El portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular, Carlos Velázquez, ha expuesto hoy el decálogo de los horrores del PSOE, que pusieron en peligro la Sanidad pública de Castilla-La Mancha.
En rueda de prensa, Velázquez ha denunciado una deuda sanitaria de 5.000 de millones del PSOE, que dejó el sistema sanitario al borde de la quiebra. Así, ha indicado que miles de proveedores, de pequeñas empresas de servicios y bienes sanitarios se quedaron al borde de la ruina. En este sentido, ha indicado que el anterior Gobierno socialista dejó más de 600.000 facturas sin pagar y actualmente la Consejería destina cada día tres millones de euros a pagar el principal y los intereses de esa deuda. Así, ha preguntado a los dirigentes socialistas “por qué dejaron 200 millones de euros de deuda a la Sanidad privada, que ahora estamos pagando a la banca a través del ICO”.
Además, se ha referido al faraónico proyecto del Hospital de Toledo. El parlamentario ha denunciado una caseta de obra que llegó a costar cuatro millones de euros, así como los azulejos portugueses, que tenían previsto poner en las paredes de gran parte del nuevo Hospital de Toledo, que estaban presupuestados en 474.000 euros, muy por encima del coste habitual de este material; estos son detalles del nivel de despilfarro que alcanzó todo un complejo que pretendía ser “el hospital más grande de Europa”, según los gestores de la época, ha indicado Velázquez.
El diputado regional ha reprobado las peonadas sin control para determinados profesionales, que llegaron a suponer 117 millones de euros entre los años 2009 y 2011. De este modo, ha preguntado a los dirigentes socialistas, “por qué defienden las peonadas, la actividad extraordinaria, frente a la mejora de la productividad en horario ordinario”.
También ha lamentado las sedes de lujo de la Consejería de Sanidad en todas las provincias. Especialmente, se ha referido a la de Toledo, con mármol y maderas del máximo nivel y ha recordado que las televisiones de plasma de la sede central de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, compradas a la firma Loewe, llegaron a costar 9.000 euros.
El dirigente popular, asimismo, ha denunciado los 500.000 euros que, con dinero de Sanidad y Asuntos Sociales, se destinaban a pagar a los amigos del periódico El Día de Cuenca en un único año.
También ha criticado los gastos de Sanidad en fiestas o celebraciones. Así, ha apuntado que, por un único aperitivo navideño, en el año 2009, en plena crisis, se llegaron a pagar 8.000 euros en la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales.
Carlos Velázquez también ha comentado que en julio del año 2011 no había dinero para pagar a las farmacias de Castilla-La Mancha; el presupuesto del año estaba ejecutado, con lo que dejaron al sector al borde del cierre patronal.
Además, el parlamentario ha denunciado que el PSOE dejó a Castilla-La Mancha sin presupuesto para Dependencia. Apenas se destinaron 26,5 millones de euros en el presupuesto de 2011, cuando las necesidades reales eran mucho mayores. Hoy día se destinan 142 millones de euros.
El portavoz de Sanidad del GPP ha lamentado, asimismo, el doble lenguaje de la privatización del PSOE. Según Velázquez, ahora criminalizan la colaboración con la sanidad privada, pero la realidad es que el gasto en derivaciones a hospitales privados era el doble que el actual. Además, en centros como el Hospital de Tomelloso, llegaron a meter a trabajadores de una empresa privada a operar dentro del centro público, siendo algo inédito.
Así, ha preguntado a los dirigentes socialistas “por qué pudiendo incorporar el Hospital Provincial a la red pública del SESCAM decidieron contratar una planta completa del Tres Culturas, siendo un hospital privado de Toledo; por qué denostan la actividad privada y le pagaban a ésta el doble en derivaciones de lo que este Gobierno emplea y por qué derivaron 11.000 pacientes a clínicas privadas, frente a los 4.000 de 2013, casi un 70% más”.
El dirigente popular ha lamentado también que el PSOE construyera la Sanidad del ladrillo, pero sin pagar. Así, ha manifestado que numerosas localidades de Castilla-La Mancha vieron las obras de comienzo de centros de salud, para los que no había ni personal sanitario ni presupuesto y el criterio para su construcción no era sanitario, si no político, en función de qué partido tuviera la alcaldía, ha concluido.