El Servicio de Salud de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) deberá pagar una indemnización de 99.000 euros a la familia de un paciente que falleció tras recibir el alta hospitalaria mientras estafa sufriendo un infarto de miocardio. La sentencia, dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, considera que al fallecido no se le practicaron las pruebas diagnósticas necesarias, por lo que “perdió un 70 por ciento de posibilidades de supervivencia”.
Los hechos ocurrieron en abril de 2006 cuando el paciente, de 54 años, acudió al centro de salud de su pueblo, Los Yébenes (Toledo), con un fuerte dolor en el pecho, debilidad, sudoración y dificultad para respirar. Desde su centro de salud fue derivado al servicio de Urgencias del hospital “Virgen de la Salud”, de Toledo, donde se le realizó un electrocardiograma y una radiografía de tórax. Sin embargo, los médicos que lo atendieron no solicitaron una analítica con determinación de enzimas cardíacas con el fin de descartar una posible angina de pecho.
A pesar de sus síntomas y de su historial médico –era hipertenso, obeso y adicto al tabaco- recibió el alta hospitalaria pero falleció a los cuatro días de un infarto. La posterior autopsia reveló “taponamiento cardíaco” como causa del fallecimiento. Su familia decidió entonces denunciar el caso ante la Justicia a través de la asociación “El Defensor del Paciente” que ahora ha ganado el caso y percibirá 99.000 euros de indemnización.