El Centro Cultural “Casa de Medrano” de Argamasilla de Alba albergó el pasado sábado 15 la presentación de la novela póstuma de la argamasillera Rosa Gómez Cano ‘El comandante’ de Ediciones Carena, inspirada en su padre, el comandante Antonio Cano Cano, piloto de caza de la Segunda República, en un acto organizado por la Asociación Cultural “Académicos de la Argamasilla”, con la colaboración de la Diputación de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba y la Escuela de Escritores “Alonso Quijano”.
Presentado por Pilar Serrano, Presidenta de los Académicos, el acto contó con las intervenciones de María del Carmen Marimon, vicepresidenta de la A.D.A.R. (Asociación de Aviadores de la Republica); Paloma Mayordomo, Directora de la Escuela de Escritores “Alonso de Quijano”; y Miguel Sánchez Mateos.
Aunque organizado para la presentación de un libro, el acto arrastró a los intervinientes hacia el fin principal de Rosa al escribir esta novela, y que no es otro que reivindicar la memoria, rescatando de los rincones de la indiferencia una parte muy importante, sino la más, del siglo XX en España.
“Rosa nos narra una historia rescatada del olvido, hombres y mujeres reales, con ideales y sueños puestos al servicio del tiempo difícil y doloroso de la guerra civil de 1936 (…) una época convulsa y triste, contada con veracidad y sin acritud”, aseveraba la presidenta de los Académicos.
Según señalaba la representante de la A.D.A.R., Rosa a través de su padre, el Comandante Cano Cano, homenajea a los pilotos de la República, dejando constancia de un grupo de personas “que fueron los defensores del orden legítimo democrático”; con esta obra, la autora, aúna “su inquietud literaria con su necesidad de vindicar la memoria y todo eso desde esa personalidad afectiva y rebelde (…) la memoria, que es al final donde viven las cosas”.
La obra, ha visto la luz, entre otros, gracias a las escritoras y profesoras Teresa Martín Taffarel y Dolors Millat, autoras del prólogo, y al empeño de Miguel Sánchez Mateos, aseveraba Paloma Mayordomo.
“Se entregó con pasión a la vida, con la certeza de que todo era irrepetible”, afirmaban las prologuistas, según Mayordomo, una frase que define “a la perfección” como era Rosa Cano.
“Rosa, con pasión, a veces contenida, nos narra una historia en la que existe intriga, y como siempre, esa fuerza narrativa que lo va hilando todo”, indicaba la directora de la Escuela de Escritores, “la trama está fragmentada a modo de rompecabezas, las escenas se van dando sentido unas a las otras hasta alumbrar el todo, consiguiendo que el lector participe en la historia”.
“Gran y magnífica novela llena de emoción” en la que se pueden encontrar momentos de gran intensidad dramática y otros de hondura poética que envuelven la narración en una atmosfera simbólica”, señalan Martín y Millat en el prólogo.
Antonio Cano Cano, inspirador de esta obra, se graduó en la U.R.S.S. y estuvo destinado a la sexta escuadrilla del grupo 21 de moscas durante la batalla del Ebro, falleciendo en 2004.