La Policía Nacional y la Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, han detenido a 12 integrantes de una organización de narcotráfico que actuaba en las provincias de Madrid, Almería, Toledo y Cádiz y se han incautado de 229 kilos de cocaína.
Según ha informado la Policía en un comunicado, los arrestados son cinco colombianos, cinco españoles, un nigeriano y un peruano y, en los diez registros domiciliarias que han realizado intervinieron además de la cocaína, algunos útiles y productos de laboratorio para la obtención del estupefaciente así como armas de fuegos, entre otros efectos.
En el marco de la operación ‘K1-Cain’ coordinada por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y realizada en varias provincias españolas, se ha desmantelado en España «por primera vez» un laboratorio que utilizaba prácticas similares a las empleadas por las organizaciones de narcotráfico en los laboratorios de las selvas colombianas, donde se extrae el alcaloide de la hoja de coca y posteriormente se procesa la pasta base.
La cocaína era introducida en España mezclada con harina de palmiste, una sustancia vegetal utilizada en piensos animales. Tras esto, para obtener el estupefaciente, es necesario realizar un proceso químico en un laboratorio, explica la Policía en el comunicado.
INVESTIGACIÓN DESDE EL AÑO 2013
Las investigaciones se iniciaron en diciembre del año 2013, después de que la Agencia norteamericana Homeland Security Investigation (HSI-ICE) y el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía de Colombia, se percatara de que un grupo de personas de origen colombiano, vinculadas con actividades de narcotráfico, intentaban introducir en España un importante cargamento de cocaína.
Tras las primeras pesquisas se establecieron operativos de vigilancia sobre varios miembros de la red. Los agentes observaron que existían encuentros entre el jefe de la organización, de nacionalidad colombiana, y sus hombres en España que contaban con grandes medidas de seguridad. Este hecho, unido a otras circunstancias, hizo sospechar a los agentes de la inminente introducción de un cargamento de cocaína por vía marítima en España.
Finalmente, los investigadores detectaron la llegada a España de una persona procedente de Colombia, conocida como ‘El químico’, encargado del procesamiento de la sustancia estupefaciente y de separar en un laboratorio clandestino la cocaína del producto con el que venía mezclada.
Asimismo, los agentes comprobaron que un ciudadano colombiano, residente en Madrid, estaba recibiendo frecuentes transferencias de dinero que después empleaba en la compra de terminales telefónicos y de sustancias químicas utilizadas para la extracción de la droga y en el alquiler de una nave ubicada en un polígono industrial de localidad de Arganda del Rey (Madrid).
LABORATORIO EN UNA FINCA DE NÍJAR
Los agentes establecieron sobre la nave de Arganda del Rey un servicio de vigilancia y detectaron el pasado mes de junio un camión descargando en su interior una gran cantidad de sacos de harina de palmiste, una sustancia vegetal utilizada o vinculada a piensos animales, que hizo sospechar que la cocaína podría venir mezclada con la harina.
Días después, algunos miembros de la organización retiraron de la nave de Arganda del Rey algunos de los sacos depositados y los trasladaron a una finca rural de la localidad de Níjar (Almería) en la que se ubicaba el laboratorio donde se procesaba el estupefaciente.
Finalmente, en los diez registros domiciliarios efectuados –en el laboratorio donde se procesaba el estupefaciente, en las viviendas, en las naves, locales, así como en cuatro contenedores de transporte marítimo de mercancías que habían llegado al puerto de Cádiz cargados con sacos de harina de palmiste–, los agentes se incautaron de los casi 230 kilos de cocaína.
Además intervinieron productos y material de laboratorio para la extracción y elaboración del estupefaciente (sosa cáustica, ácido clorhídrico, carbón activo, prensa hidráulica, moldes, básculas), varias armas de fuego con munición, abundante material electrónico y de telecomunicaciones, documentación y dinero.
Según la Policía, con esta operación se da por desarticulada una organización criminal de carácter internacional cuyos principales investigados residían en Colombia y Estados Unidos que, utilizando su actividad empresarial, introducían en España importantes cantidades de estupefacientes desde Sudamérica.