La localidad toledana de Carmena sigue trabajando para poner de largo por primera vez la reciente declaración de Interés Turístico Regional de su Semana Santa, y ya está preparada para poner en marcha la más grande de sus celebraciones a lo largo del año.
El presidente de la Hermandad Jesús Nazareno de esta localidad, Javier Rodríguez, explicó que se acercan «días de reflexión y perdón» donde el municipio «se presenta como un lugar idóneo para disfrutar de la Semana Santa», tras lo que ha aprovechado para invitar a todo el que quiera «a unirse a esta tradicional conmemoración de fe y raíces».
Ha apuntado que esta localidad «desde tiempos remotos ha festejado estas fechas fundiendo ese sentir religioso con las costumbres y tradiciones que emana su historia». «Es Carmena fiel devota de su Semana Santa. Época en la que Hermandades y Cofradías visten las calles de época para narrar los actos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús».
Durante semanas, los carmeneros ultiman los detalles para que todo esté perfecto. El Jueves Santo comienza la representación del Calvario de Cristo. La Hermandad de Jesús del Nazareno y de la Virgen de los Dolores «darán fiel testimonio a cada uno de los pasos de la Pasión en una recreación majestuosa que acompaña la Banda de Música con el soniquete de los tambores y cornetas».
El mismo Jueves Santo, la Procesión del Silencio recorre las calles, y los Hermanos de Jesús Nazareno, conocidos como los «moraos», procesionan los pasos de Jesús de Medinaceli, el Nazareno y Cristo de la Cueva. La Hermandad de la Virgen de los Dolores va tras ellos «sumida en un sentimiento de piedad y compasión que desprenden las sagradas imágenes que portan los carmeneros, y el centurión Quinto Cornelio da custodia a Jesús Nazareno».
Al día siguiente, con la madrugada del Viernes Santo, Poncio Pilatos, gobernador de Judea, condena a Jesús. «Sentencia que todos conocen pero padecen y lloran. Como es tradición, camino a la Cruz, Cristo caerá en tres ocasiones», indica Javier Rodríguez.
Tal y como ha detallado, «es la más estremecedora de las procesiones». «Cerca del Templo ante el Paso del Cristo de la Cueva, un soldado atraviesa el costado de Jesús. Fieles y testigos suspiran mientras la banda interpreta el toque de oración. El Cura Párroco recuerda el sufrimiento padecido para salvar los pecados de los hombres. Al terminar, el Hermano Mayor invita al tradicional chocolate con churros», ha explicado.
Horas más tarde, en único desfile procesional, la es el turno de la Procesión del Entierro, donde la Hermandad de la Virgen de los Dolores y de Jesús Nazareno portan entre sus filas la imagen del Cristo Yacente, que es trasladado hasta la Ermita del Santo Sepulcro acompañado a su paso por la Virgen de los Dolores.
«Ya el domingo amanece cubierto de esperanza. Carmeneros y visitantes esperan el milagro de la Resurrección, el reencuentro de Jesús con su Madre, las Marías y María Magdalena, en la explanada de la Iglesia. Al terminar la esperada Misa de Resurrección, se hace entrega del cetro de la Hermandad al Hermano Mayor elegido para la siguiente Semana Santa», ha afirmado, detallando que en la Plaza del Ayuntamiento tiene lugar la popular Quema de Judas.
La Semana Santa concluye con la limonada ofrecida por el Hermano Mayor entrante a hermanos y vecinos, dando fin así a «un periodo de unión y devoción donde el pueblo entero es partícipe de unos hechos que cambiaron el rumbo de los hombres. Emociones y sentimientos vestidos de fe y tradición que embelesan a todos los que, durante esta festividad, quieran visitar esta tierra nuestra», ha finalizado.