El presidente de Castilla-La Mancha y secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, ha previsto este lunes que el PSOE tendrá que contar en los próximos años con la «opinión» y el «liderazgo» de la presidenta andaluza, Susana Díaz, pero ha pedido a los socialistas que, tras las elecciones del 20 de diciembre, no entren en una fase de «reproche» hacia la actual dirección del partido sino de «perspectiva».
En una entrevista en Canal Sur, recogida por Europa Press, García-Page ha señalado que no quería «anticipar» los resultados de las generales y ha llamado a «esperar a ver qué pasa», pero ha aludido a que «a lo mejor» el PSOE termina haciéndose con el Gobierno central «con el resultado más bajo de la historia del PSOE».
Ante ese supuesto escenario se ha preguntado «¿Con qué argumento te quedas? ¿Ganar es gobernar o tener más resultado que (el conseguido por) Alfredo Pérez Rubalcaba?». En ese mismo momento, ha previsto que es «probable» que los socialistas lleguen a La Moncloa y que pensasen que «el suelo era el marcado en las últimas elecciones generales» pero que se den cuenta de que, «además de suelo hay subsuelo, sótano y entreplanta».
Así las cosas, ha previsto que tras los comicios se cree un ambiente de «perspectiva», de «debates serenos» y, al hilo de ello, ha dicho que en el PSOE debería pesar más el debate en torno a lo que está haciendo el PP y su regeneración que el «reproche electoral» interno. «No tenemos que reprocharnos nada», ha añadido.
Sobre la existencia de cierto enfrentamiento de liderazgos entre Díaz y el secretario general, Pedro Sánchez, considera «probable» que mucha gente «interprete» eso porque «los periodistas, y también nosotros», buscan hablar de la confrontación política, y ha añadido que es «innegable» que Díaz tiene unas «dotes de liderazgo naturales y evidentes no solo ahora que ha ganado las elecciones sino ya cuando se quedó como presidenta en sustitución de Griñán, daba la sensación de que estaba consolidada
En cualquier caso García-Page ha subrayado que Sánchez, que no tuvo rivales en el proceso de primarias y tiene «el 100 por ciento de los apoyos», contará con el apoyo de la presidenta andaluza en la campaña, que «se dejará la piel» en ese sentido.
Preguntado por si considera que Sánchez debería pactar con Podemos para llegar al Gobierno, el dirigente socialista ha dicho que si la experiencia fuera como la que tiene él con la formación morada en Castilla La Mancha, no habría «dificultad ninguna» porque tiene una relación «razonable» con el partido que apoyó su gobierno al tiempo que «el programa que se cumple es el del PSOE».
UN SOLO PARTIDO DE GOBIERNO Y UNA O DOS MULETAS
Así, ha dicho que su opinión es que se formará Gobierno «con un solo partido con una dos muletas fuera del gobierno» y ha añadido que, «tal y como están hoy todas las formaciones políticas, tanto Ciudadanos como Podemos están disfrutando más influyendo que repartiendo trigo». «Están más predicando que repartiendo trigo», ha resumido.
En otro orden de cosas, García-Page también se ha referido al histórico dirigente castellano-manchego José Bono, del que ha dicho que no cree que «aspire a mandar» aunque «su opinión siempre en muy valorable» y también a la secretaria del PP en su comunidad y candidata al Congreso, María Dolores de Cospedal, y ha lamentado que, pese a su marcha a Madrid, «no permitirá a su gente fraguar espacios de consenso» en Toledo. Es como «el perro del hortelano, que ni come ni deja comer», ha aseverado.
CATALUÑA
Por otro lado, García-Page ha hecho hincapié en la postura de unidad de los barones socialistas frente al desafío soberanista catalán y en defensa de la Constitución y los pilares de la democracia, en consonancia con el Gobierno central, pese a que no compartan el PP «muchos de sus mensajes o cómo ha abordado las relaciones con la clase política catalana».
«Se cuestiona a cualquiera que se acerca a la política saltándose las leyes o nuestro orden de convivencia», ha dicho el presidente de Castilla La Mancha, que ha advertido que partidos como la CUP «no se habrían conformado con un Estatut votado aunque no hubiera Intervenido el Tribunal Constitucional».
Al hilo de ello, ha concluido planteando qué habría ocurrido si fuera el PP el que estuviera en la oposición y preguntándose si habría tenido una postura de «cerrar filas» y «sin atisbo de lucha partidaria» como los socialistas. «No lo sé», se ha respondido García-Page que, no obstante, no duda de que si hubiera sido De Cospedal «habría tenido un comportamiento muy diferente».