El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha y su Fundación, Andrés Gómez Mora, ha entregado al director de Cáritas Diocesana de Toledo, Antonio Espíldora, y a la coordinadora del Programa de Alimentos de la organización, Marisa Martínez, una ayuda de 1.000 euros para la compra de alimentos y su distribución entre las personas más necesitadas.
Este donativo se enmarca dentro de la campaña solidaria navideña desarrollada por la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha en beneficio de los colectivos más vulnerables.
Acompañado por el director de Relaciones Institucionales de Caja Rural Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Escalante, Gómez Mora manifestó que esta ayuda “tiene un valor social y moral importante, mucho mayor que el valor económico: de sintonía y colaboración con la obra social de la Iglesia Católica, que es Cáritas”.
Continuidad en el tiempo
El presidente de la entidad financiera se preguntó “qué sería de miles de personas y familias si no existieran estas organizaciones” y confió en que esta colaboración se mantenga en el tiempo y, si es posible, con mayor intensidad en materia económica.
Por su parte, el director de Cáritas declaró que para esa organización “es muy importante cualquier ayuda, pero independientemente de su cuantía, lo fundamental es la continuidad”.
Espíldora destacó el importante componente de “ejemplariedad” que conlleva esta donación, “porque Caja Rural es una institución importante en nuestra provincia y nuestra Comunidad Autónoma, y este gesto sirve para que muchas otras personas también nos ayuden y tomen ejemplo de lo que hace Caja Rural”, señaló. Con esta acción, la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha contribuye al desarrollo socioeconómico de su ámbito de actuación y al progreso de sus habitantes, con especial incidencia en los colectivos más frágiles, mediante iniciativas transformadores y con importante impacto social, con el objetivo de construir una sociedad más justa, humana y solidaria.