Más de 130 niños y niñas de Castilla-La Mancha han pedido hoy en las Cortes de Castilla-La Mancha ser escuchados para construir un mundo mejor.
Alumnos y alumnas de los colegios públicos Benjamín Palencia de Barrax; Gerardo Martínez de Socuéllamos; Gloria Fuertes de Tarancón; Castillo de Pioz de Pioz; y Santísimo Cristo de la Sala de Bargas han participado hoy en el Pleno de la Infancia que se ha celebrado en las Cortes de Castilla-La Mancha, que el Parlamento regional ha organizado con Unicef.
Durante sus intervenciones, los niños y las niñas han pedido poner fin a las guerras y expresado sus deseos para tener una educación pública y de calidad para todos los niños, vivan donde vivan; una alimentación y sanidad adecuadas y ropa suficiente, así como condiciones de vida digna en los hogares. También han reivindicado su derecho ser escuchados, a tener amor, cariño y comprensión y han pedido a los responsables políticos que “piensen en nosotros cuando adopten decisiones”.
Antes de iniciarse el Pleno de la Infancia, Francisco Cañizares, portavoz del Grupo Popular; Rafael Esteban, presidente del Grupo Socialista; y José García Molina, presidente del Grupo Podemos; han firmado el Pacto por Infancia en Castilla-La Mancha con Carmelo Angulo Barturen, presidente de Unicef España, y Asunción Díaz del Río, presidenta de Unicef Castilla-La Mancha.
Por su parte, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, ha afirmado que hoy “queremos poner luz, altavoz y remedio a las desgracias que sufren millones de niños y niñas en el mundo, reto en el que todos estamos concernidos”.
Vaquero, que ha recordado que 69 millones de niños y niñas morirán antes de cumplir los cinco años, otros 167 millones vivirán en la pobreza más absoluta y 750 millones de niñas serán obligadas a casarse siendo todavía niñas, ha afirmado que “la pobreza en medio de la abundancia es el mayor desafío mundial”.
El presidente las Cortes de Castilla-La Mancha ha tenido palabras de recuerdo para las familias de refugiados que se ven forzadas a dejar su país por las guerras, como la de Siria.
En este sentido, Fernández Vaquero considera necesario que desde los poderes públicos se haga todo lo posible para “evitar que las relaciones y tratados comerciales con los países emergentes y subdesarrollados, el terrorismo y la seguridad internacional, los paraísos fiscales, el déficit, la deuda incrementen la vulnerabilidad de esos padres, esas madres y sus hijos, que ven en nuestros países su tierra prometida”.
Además, ha declarado que “es necesario un cambio para modificar las actitudes respecto al tratamiento que desde la Unión Europea se está dando a la política de refugiados”, porque “no necesitamos muros egoístas e insolidarios que aíslan, separan e intentan ocultar una realidad que estará ahí por muchos muros que se construyan, sino caminos abiertos al entendimiento para acoger a los que se ven obligados a dejar atrás su país”.
