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viernes, 20 diciembre
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Con “Pintando el alma” Finaliza la campaña de sensibilización sobre discapacidad de Tomelloso

Con “Pintando el alma” Finaliza la campaña de sensibilización sobre discapacidad de Tomelloso

Con la actividad multisensorial “Pintando el alma…” finalizaba este martes, en el Centro de Educación Especial Ponce de León, la Campaña de Sensibilización sobre Discapacidad que organizada el Ayuntamiento de la Tomelloso, a través del Centro Municipal de Servicios Sociales y la colaboración de las áreas de Deportes y Cultura, además de numerosas asociaciones, centros educativos y otras entidades, se ha desarrollado en la localidad desde el pasado mes de noviembre, bajo el lema “Aprendiendo a bailar bajo la lluvia”.

“Pintando el alma” es una actividad conjunta del Ponce de León y el Instituto de Educación Secundaria Francisco García Pavón, en la que participaron las quince alumnas del ciclo de grado medio de “Atención a personas en situación de dependencia” del instituto y alumnos del aula de gravemente afectados del Centro de Educación Especial.

Es, explicó Nuria Villanueva monitora del Ponce de León, una actividad multisensorial, basada en “la recreación vivencial de un agradable paseo atravesando un campo”. Una actividad, fruto de la fusión entre el proyecto pionero del instituto, “Mindfulness en el aula”, y la técnica de Estimulación Basal, seña de identidad y filosofía de trabajo propia del centro de Educación Especial Ponce de León.

La Estimulación Basal es, apuntó Villanueva una filosofía de trabajo, “que pretende la integración basada en el respeto a la situación vital de la persona y a sus necesidades”. Es una experiencia compartida: yo aprendo de ti y tú aprendes de mí, que busca el desarrollo de las áreas perceptivas que no requieren capacidad cognitiva y que son la somática (lo que han sentido en el líquido amniótico); la vibratoria (el latir del corazón y el habla de la madre) y la vestibular, (el movimiento). Todo ello, incidió, desarrollado en base a los principios de latencia, simetría, equilibrio, contraste, estructura, interacción personal, naturalización e individualización, “para conseguir que la persona sea la máxima protagonista en su desarrollo”.

Para las alumnas del García Pavón esta es una actividad final antes de incorporarse al centro de trabajo, basada en el Mindfulness, una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación. El Mindfulness o conciencia plena no es otra cosa, explicó Helena Moraleda, profesora del instituto, que “estar conscientemente presente, queriendo comprender qué es lo que ocurre, desde una actitud abierta y amable”. Se trata de prestar atención, momento por momento a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y el ambiente circundante. Se ha demostrado que las terapias basadas en Mindfulness son eficaces, en especial para reducir la ansiedad, la depresión y el estrés.

El hecho de tener un mayor contacto con las sensaciones que ocurren en el momento presente, “nos hace estar más vivos, más sensibles, más plenos, nos despierta.”, según explicaron las responsables de la actividad. Por ello, añaden, fusionar esta técnica con el concepto de Estimulación Basal y poner en práctica uno de sus objetivos, que es “entrar en relación y vivir el encuentro”, permite “aun siendo muy diferentes, aprender unos de otros y disfrutar el momento”, en una experiencia compartida.

Para Helena Moraleda, el resumen de todo lo aprendido por sus alumnas en las sesiones previas se vio reflejado en sus caras de sorpresa al inicio de la actividad, cuando llegaron a la sala los alumnos del Ponce de León que participaban en la dinámica. Ahora, ha afirmado, “han sido conscientes de lo que van a hacer y que les va a venir muy bien para emprender el camino solas”.

 A través de diferentes ejercicios alumnos de uno y otro centro compartieron la experiencia que se estructura en varias partes: sintonízate (respiración y recorrido somático), paseo y atención plena (amanecer en un campo de lavanda), caminamos (sintiendo el cuerpo), meditación de la piedra (sonido de pájaros y piedras), sonreír con el cuerpo (danza y pintura) y cierre de actividad (viviendo el encuentro).

La dinámica se cerró con un pequeño discurso que dos alumnos del centro, vestidos elegantemente con pajarita han ofrecido a los asistentes. Después un alumno ha regalado una pieza musical, que ha tocado con acompañamiento al piano. Para terminar, todos han compartido un pequeño cóctel preparado por los alumnos del taller de cocina.

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