El Atlético Tomelloso volvió a acusar la falta de pegada para empatar sin goles ante el Almagro. Caro peaje el que pagó el equipo auriverde; Manu Monteagudo, expulsado. Pablo Buendía, lesionado. Y Ureña, con la ceja rota tras un codazo de Carlos Ramos.
El Atlético Tomelloso se vistió de verde para ir a la ‘guerra’, pero no fue suficiente para pasar desapercibido, camuflado. Porque en frente estaba un Almagro que no olvida y que le bastó muy poco, o más bien nada, para extramotivarse y salir al dos cientos por cien como si del último partido de liga se tratara. Tan solo era la segunda jornada, pero la vuelta de Darío y el regreso de los ‘hijos pródigos’ motivó de singular manera a una plantilla que parecía defender el escudo rojillo toda la vida.
Romanticismos aparte, el caso es que el derbi fue intenso, disputado, bonito, brusco, polémico, caro. Demasiado caro. Caro para el Atlético Tomelloso que, de momento, pierde a dos hombres para el próximo fin de semana mientras se busca la receta para curar a Ureña, cuyo codazo de Carlos Ramos le hizo dudar entre el fútbol o el boxeo. Al final, el central se fue de vacío; sin amarilla ni roja, hasta que un día llegue demasiado tarde y le cueste al fútbol un disgusto de los grandes.
Y fue tan intenso el partido que pasó de todo, tanto que no se movió el marcador en los noventa minutos. De hecho, la primera ocasión no llegó hasta el minuto 27, justo el momento que Santi Cabeza mandó a las nubes un disparo lejano. Más tarde, al borde del descanso, fue Gascón el que lo intentó con un disparo que se fue desviado. Y puso la réplica el Almagro con una doble ocasión que ni Juanlu ni Raúl fueron capaces de marcar.
Antes, dio tiempo a los disgustos. Primero fue Manu Monteagudo cuando en el minuto 37 fue expulsado con doble amarilla y más tarde fue Pablo Buendía el que se tuvo que retirar lesionado con una rodilla que no tiene buena pinta.
Las mejores ocasiones
Tras el descanso, y en inferioridad numérica, el Atlético Tomelloso fue a más y se sintió más cómodo jugando con diez hombres. Poco le duró la superioridad del Almagro cuando a los doce minutos de la reanudación Mane se iba a los vestuarios tras un manotazo a Santi Cabeza. A pesar de ello, Juanlu avisó a Mena con un tremendo zapatazo, pero su disparo fue a córner tras una buena mano del portero.
Fue Gallego el primero que disfrutó de una de las ocasiones más claras del encuentro, pero después de plantarse solo ante Astillero mandó el balón rozando el palo. Diez minutos más tarde, en el 70, Santi Cabeza, el mejor en la tarde de ayer, mandaba el balón al palo. El rechace le llegó a Gallego tan claro y precipitado que no llegó a controlarlo. Y fue a dos para el final cuando Javi Fernández tuvo la victoria en sus botas, pero su disparo, solo, se fue alto. Hubo poco tiempo para más, lo suficiente para que Juanlu se fuera a la calle por roja directa tras una dura entrada a Del Barco y dejar a su equipo con nueve jugadores.
Al final, reparto de puntos en un intenso derbi. Un punto que le costó demasiado caro al equipo de Darío que ya mira de frente al próximo compromiso, el segundo consecutivo lejos de casa, ante el Pedroñeras.