El Gobierno de Castilla-La Mancha junto con diferentes asociaciones de la región han firmado un protocolo para dar a conocer la «dimensión» de la mutilación genital femenina en la Comunidad Autónoma y así prevenir y actuar ante los posibles casos que se produzcan.
Así lo ha explicado durante una rueda de prensa la directora del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, junto con la coordinadora del estudio sociológico del protocolo de la Universidad de Alcalá, Concha Carrasco; la presidenta de la fundación Kirira, María Estrella Giménez; la vicepresidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha, Idoia Ugarte Gurutxaga.
Araceli Martínez ha explicado que este protocolo tiene dos partes fundamentales; «una primera que aborda el significado de la mutilación genital, su dimensión en Castilla-La Mancha y las distintas tipologías de mutilación genital, y una segunda parte sobre cómo abordarlo integralmente y cómo proporcionar herramientas a los profesionales para que sepan actuar en un caso potencial de mutilación femenina».
Este protocolo, según Araceli Martínez, «pretende mejorar la calidad de vida de las mujeres en general, de aquellas mujeres más vulnerables, mujeres migrantes, menores de edad que proceden de países donde se practica la mutilación genital femenina».
La directora del Instituto de la Mujer ha recordado que el año pasado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, les hizo este encargo en el debate del estado de la región, que este jueves «por fin se ha cumplido».
En este sentido, ha explicado que llevar a cabo este protocolo era «una obligación» de los poderes públicos, debido a las características que tiene esta problemática que provoca «grandes secuelas, tanto físicas como psicológicas, además de la vulneración intrínseca de los derechos humanos». Por ello, ha subrayado que «no se debe permitir que ni una sola niña en la región acabe siendo víctima de la mutilación genital femenina».
PREVENIR Y SENSIBILIZAR
Asimismo, ha señalado que «el objetivo fundamental de este protocolo es prevenir, armonizar recursos, sensibilizar al personal de la administración regional y a la sociedad, de lo que es la mutilación femenina y lo que comporta, para ayudar a los profesionales a abordar de una manera integral el problema e identificando las situaciones de riesgo».
Para ello, van a articular un sistema de intervención integral que ponga de acuerdo a los profesionales del ámbito sanitario, educativo, al ámbito de bienestar social y de servicios sociales, a las entidades representativas de la sociedad civil y al Instituto de la Mujer, para que tengan instrumentos, tanto conceptuales como de intervención, para poder abordar de una manera «eficaz» este problema.
Además, se va a crear una comisión regional y cinco comisiones provinciales, para que entre todas las partes puedan hacer un análisis de los posibles casos que se dieran, así como un sistema de perfeccionamiento continuo del propio protocolo.
Por último, Araceli Martínez ha recalcado que la mutilación femenina no está ligado a ninguna religión. «Es cierto que se practica en algunos países islámicos, pero también hay comunidades cristianas y judías que practican la mutilación genital femenina, por lo tanto estamos hablando de una práctica cultural que no debe asociarse la práctica de ninguna religión», ha enfatizado.
En Castilla-La Mancha hay 1.419 mujeres y 520 niñas que proceden de países donde se práctica la mutilación femenina, aunque no todas están en riesgo de sufrirla, según ha explicado Araceli Martínez.
De su parte, Concha Carrasco ha dicho que ahora se tiene que hacer un trabajo de sensibilización y de concienciación de todas las personas, para que este protocolo «no se quede en el cajón» y para ello, ha incidido en que hay que darle difusión y mejorarlo con el tiempo.
HAN PARTICIPADO 50 PROFESIONALES
Igualmente, ha indicado que en la elaboración de este protocolo han participado 50 profesionales, que han creado grupos de discusión donde se ha preguntado a asociaciones, a personas del mundo de la educación, a enfermeros, a médicos y a personales del ámbito de la administración sobre este problema, para tener una visión lo más amplia posible.
De parte de las asociaciones, María Estrella Giménez ha explicado que, tras su experiencia en Somalia, Etiopía y Tanzania –países donde están trabajando para paliar este problema– cada comunidad es «diferente y tiene sus peculiaridades».
Por eso, ha dicho que es «muy importante» conocer esas diferencias para llegar a un acercamiento con las familias, las mujeres y cómo tratar con ellas, teniendo en cuenta que la mutilación femenina es «algo tabú, que se esconde y es algo de lo que no se quiere hablar».
Por último, la vicepresidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha ha señalado que «hoy es un día grande» y ha agradecido a la administración pública y al ámbito político, «al que tiene la capacidad de legislar para que en este caso se considere esta práctica cultural, que es una vulneración de derechos humanos, y como tal hay que trabajar para erradicarla, desde un abordaje intersectorial».
En la firma de este protocolo han estado presentes miembros de distintas asociaciones que han colaborado en la elaboración de este proyecto como son; la Asociación Guada-Acoge, Asociación Accem, la Asociación Crisol, la Fundación Simetrías, la Asociación Profesional de Matronas de Castilla-La Mancha, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad de Alcalá.
Por último, preguntado por los medios sobre el Pacto de Estado para acabar con la violencia de género, Araceli Martínez ha indicado que el pacto podría ser «más ambicioso», pero al ser un acuerdo de «consenso» puede ser, a su juicio, un «buen punto de partida para erradicar la violencia de género». No obstante, ha subrayado que espera que cuente con una partida presupuestaria porque «si no va a ser papel mojado».