El Atlético Tomelloso está enchufado y gran culpa de ello la tiene su entrenador, Darío Martín, y la competencia que ha generado en cuestión de una semana. Bien es cierto que ha llegado Luque para suplir de alguna manera las vacantes de Javi Heranz y Vampi gracias a su polivalencia, pero las salidas del propio Heranz, de Ivi y Crespo, unido a las lesiones de Vampi, Pablo Buendía y el casi recuperado Javi López, han dejado la plantilla con lo justo para afrontar esta segunda vuelta del campeonato.
Llegados a este punto, ya no hay habituales o menos habituales, sino que todos los pupilos de Darío se tienen que batir el cobre en cada entrenamiento para ganarse un hueco en el once de cada domingo. De hecho, sin ir más lejos, tan limitada es la plantilla ahora mismo, que el técnico solo tiene a los dieciséis justos para viajar a Mora por la sanción de Barea que verá el partido desde la grada.
Entonces, la disyuntiva está clara; fichar o no fichar. En este sentido, el entrenador del Atlético Tomelloso no disipaba la duda y argumentaba que “los próximos tres partidos nos marcarán las necesidades del equipo si las hay porque no sabemos cómo vamos a responder con lo que tenemos”.
Además, aseguraba que “la plantilla no la daremos por cerrada hasta el 31 de enero por si sale algo interesante, algo que mejore lo que hay o algo que, sin duda, marque la diferencia. Si sale bien. Si no, seguiremos con lo que tenemos que es muy bueno y polivalente”. Por último, en cuanto a posiciones, tampoco lo tenía claro. “Si viene algún refuerzo sería para cualquier posición; igual sería un defensa que un delantero, pero insisto que eso lo valoraremos en los próximos tres encuentros”.