Ayer miércoles 20 de marzo, el auditorio del Museo López Torres se llenó de emoción y gratitud en el homenaje a Pablo Ortiz Perona, “Pablo Pasos”, coincidiendo con el quinto aniversario de su fallecimiento. El acto, impulsado por el Ayuntamiento de Tomelloso, congregó a familiares, amigos, colaboradores y representantes de todos los sectores de la sociedad tomellosera que compartieron vivencias, anécdotas y palabras de reconocimiento a quien durante cuatro décadas dio voz a la ciudad desde su emblemática revista Pasos.
“Era de justicia rendirle este homenaje”, expresó el alcalde, Javier Navarro, quien cerró el acto con un emotivo discurso. “Hoy, cinco años después de su fallecimiento, queríamos reconocer públicamente su legado. Pablo era una persona diferente, idealista, que amaba profundamente a Tomelloso y que hizo del autoaprendizaje y la comunicación su forma de vida”.
Un periodista hecho a sí mismo
Pablo Ortiz fue mucho más que el director de una revista. Fue un pionero, un agitador cultural y un tomellosero comprometido. Eufemia Perona, hermana del homenajeado, agradeció la implicación del Ayuntamiento y recordó que “tras cinco años de su desaparición, necesitábamos un acto como este. Pablo fue parte de la historia reciente de Tomelloso”.
Su trayectoria arrancó en 1983 con la publicación del primer número de Pasos, una revista artesanal que con el tiempo se convirtió en crónica viva de la ciudad. “Durante 40 años fue constante. Aunque no saliera cada mes, la revista siempre llegaba, porque Pablo no se rendía”, destacó Rocío Torres, exdirectora de la Biblioteca Municipal y gran amiga del periodista.
“Un hombre valiente, con un genio arrollador”
Uno de los momentos más especiales del homenaje fue la mesa redonda moderada por el periodista Antonio Gómez Olmos, en la que participaron colaboradores y amigos como Francisco Pérez, Tomás Perales, Natividad Cepeda, Rocío Torres y Francisco Díaz, actual director de Pasos.
“Era un periodista de raza, hecho a sí mismo, con una independencia inquebrantable”, afirmó Pérez, quien fue subdirector de la revista entre 1995 y 2015. “A veces discutíamos mucho, pero nos queríamos más. Con él, todo era auténtico”.
Natividad Cepeda, escritora y poeta, recordó con ternura sus charlas con Pablo. “Tenía una mirada de niño audaz y rebelde. Siempre lo vi como un hombre valiente, que no se vendía, que no tenía miedo a decir lo que pensaba”.
Por su parte, Francisco Díaz rememoró los últimos años de Pablo al frente de la revista, destacando su tenacidad: “La hacía prácticamente solo. Daba igual que estuviera enfermo o que no tuviera recursos. Él siempre encontraba la forma de sacar la revista. Pasos era su vida”.
Anécdotas que definen una vida
Durante la tertulia, fueron muchas las anécdotas que arrancaron sonrisas entre los asistentes. Desde las reuniones improvisadas en bares donde nacían editoriales en servilletas, hasta momentos tan surrealistas como cuando entregó una caja vacía en la gala de los Populares de Pasos porque no llegó una de las placas a tiempo. “Y lo salvó con gracia, como siempre”, recordaron entre risas sus familiares.
Francisco Pérez relató cómo una vez publicaron por error en portada «medella» en lugar de «medalla», justo cuando Antonio López García recibió el máximo reconocimiento de Tomelloso. “Montamos una gran crisis en la redacción, pero acabamos en el bar Alhambra, muertos de la risa. Eso era Pablo”, dijo.
“Pasos no puede desaparecer”
Uno de los mensajes más repetidos a lo largo del acto fue la importancia de preservar el legado de Pablo. Rocío Torres y otros intervinientes subrayaron la necesidad de conservar el archivo fotográfico y de mantener viva la revista Pasos, que hoy continúa en versión digital y en papel gracias al impulso de Mancha Norte Media y el compromiso de quienes fueron parte del proyecto.
“Montar lo que él montaba, como los premios Populares, con tan pocos medios, era increíble”, afirmó Francisco Díaz. “Haremos lo indecible para que la revista siga. Pablo tiene que estar vivo con ella”.
“Era un Quijote de la prensa local”
En palabras del profesor Tomás Perales, “Pablo fue un Quijote. Con sus limitaciones físicas, con escasos recursos, levantó una revista de calidad que nadie ha conseguido igualar. Lo suyo era vocación pura”.
Así también lo recordó su sobrino, Félix Alberto, quien leyó un emotivo texto: “Pablo nunca se rindió. Su fuerza y generosidad eran más grandes que cualquier dificultad. Hoy su voz sigue viva en cada página de Pasos, en cada historia que nos dejó”.
Un aplauso al cielo
El alcalde Javier Navarro entregó una placa conmemorativa a la familia, recordando el compromiso de Pablo con la información y su incansable defensa de Tomelloso. “Era único. Se presentaba en ruedas de prensa cuando ya habían terminado, interrumpía procesiones para hacer una foto y nunca, nunca se cansaba de hablar del pueblo que amaba”.
El acto concluyó con un largo aplauso al cielo. “Pablo, sigue contando cosas allá donde estés”.
Un legado para la historia de Tomelloso
Cinco años después de su fallecimiento, el periodista que “no se perdía ni un acto” y que convirtió su vida en servicio a Tomelloso, fue recordado con el cariño y la admiración de quienes le conocieron. Su legado estará en cada número de Pasos, en cada historia que recogió, y en el recuerdo imborrable de un hombre que, como él mismo decía, “prefería molestar con la verdad que complacer con la mentira”.
