La ciudad de Tomelloso, a través de la Biblioteca Municipal, ha organizado, bajo el título «El Legado de la Palabra», en el Auditorio López Torres, un emotivo acto de homenaje al poeta tomellosero. El acto, que ha sido justificado por la Biblioteca con motivo del Día de la Poesía y el vigésimo quinto aniversario del fallecimiento del gran poeta, ha comenzado con un impresionante vídeo narrado con el poema «Tú y yo en el pueblo»…
A continuación, Carmen Labrador, en un acto al que han asistido unas 150 personas, ha dado las gracias al alcalde de Tomelloso, Javier Navarro Muelas, por presenciar un acto tan importante, y ha ido presentando a todas las personas que han leído. Han asistido otros miembros de la Corporación Municipal; del equipo de Gobierno, los concejales Inés Losa, Jesús Lara y Rocío Valentín. Del grupo socialista han asistido los concejales Iván Ramírez y Victoria Eugenia García Cepeda.
Se han reunido para rendir homenaje a uno de los poetas más importantes de la tierra manchega. La UNESCO proclamó en 1999 el Día Mundial de la Poesía. El Día Mundial de la Poesía, celebrado cada año el 21 de marzo, conmemora una de las formas más preciadas de la expresión e identidad lingüística de la humanidad. La poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz. La UNESCO lo ve como una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de la poesía en los medios. A medida que la poesía continúa uniendo personas en todos los continentes, todos están invitados a unirse.
La concejala de Servicios Culturales, Inés Losa, ha dedicado unas palabras en las que ensalza a Eladio Cabañero, celebrando el aniversario de Eladio y del instituto que cumple 50 años y que lleva su nombre. Se ha referido a los amantes de la poesía: mirar lo cotidiano con ojos de poeta. Para la concejala, la poesía es un refugio, una revelación, un puente entre lo vivido y lo soñado. Ha animado a seguir soñando la poesía, porque en ella encontramos nuestras raíces, nuestra historia y nuestra voz.
Eladio pasó su juventud trabajando entre el campo y la obra, como ha señalado la concejala de Cultura: su «legado sigue vivo en cada uno de sus versos».
Tras la intervención de la concejala, del colectivo Letras Violetas, Encarna Cabañas ha leído el poema «Autorretrato en segunda persona».
AUTORRETRATO EN SEGUNDA PERSONA
«…hálleme agradecido, no asustado;
mi vida acabe y mi vivir ordene.»
Quevedo
Un hombre en retirada: «¿Quién va?» «¿Quién soy?» Silencio.
Es peligroso hablar en primera persona.
En soledad primera nadie acierta, en lo oscuro
no vemos el retrato, oh tropezable piedra,
sombra nuestra empozándose, faz inmisericorde.
No sigas, no. Silencio. Que hablen por ti. Recuerda:
recuerda bien primero aquel llanto remoto.
No aceptes de ti mismo esa foto-robot
sentimental, huidiza, siempre a favor y en verso,
sino la cara entera de tu vivir: tu muerte.
Óyeme —«Tú dirás»— ¿no ves que estás muy solo?
Oye: ¿no ves que nunca, que no hay modo, que nada?
—«Tú qué sabes…»— Peligro. ¡Cállate! ¿No te acuerdas?:
la felicidad era un racimo de uvas,
diana de los niños. «¿Adónde dan las calles?»
Directa a la vendimia, tu calle daba al campo,
blanco telón de fondo, más allá con preguntas
de la niñez pintura: «ten tiza y pinta el mundo».
Vivías rodeado de gente amparadora,
de hermanos y hermosura, de rostros cosechables.
De repente una tapia se levantó. Miraste
y la luz era sucia, buscaste a los tuyos
pero ya estabas solo tras la tapia enemiga.
Muralla de tu historia, bardilla a fusil muerta,
en donde el sol no daba, en donde el sol fundíase
igual que una bombilla rota de una descarga.
Todos ya al otro lado; lo que has escrito, inútil;
un libro no es un hijo; al pan nadie lo quiere.
¿No comprendes que hoy eres el huérfano terrible
capaz de amar a muerte y asesinar de afecto?
¿No sabes que das lástima, que recordarte es lástima?
Nadie rompió a llover en tu larga sequía.
Nadie, amigo, ninguno, en medio del banquete
se atragantó pensando que tú no habías comido.
Qué largo estaba todo. No se llegaba nunca
al racimo sentado, a la lumbre, a la puerta
del domingo, girando para que tú pasaras.
¿Y del amor qué esperas? —«Qué sabes del olvido»—.
Acaso una mujer, no aquella, nunca aquella,
esa, la que mereces, instantánea, salvífica,
al partir la sandía te hace un sitio en lo rojo,
junto a su corazón te hace un sitio, y te duermes.
Cuánto amor derrotado. Oye: ¿cuántas palabras
habrás desperdiciado, cuántos hombres y cuántas
confesiones vertidas sin que fuera el momento?
Ser bueno es lo difícil. Hay que ser buenos. ¿Fuiste?
Por ahora, lo dicho. Cállate. No respondas.
Para ti nunca nada. Nunca has tenido nada.
Para ti este poema, estos mortales datos.
Mira: cuida tus ojos, tu conciencia, tu Dios,
que estás tan solo, amigo, que hasta has de defenderte
de ti mismo el primero, Eladio. No lo olvides…
El grupo poético La Media Fanega, con Pilar Valentín, Javier Cepeda y Juan Romero a la guitarra, recitan «El poema y el cantor popular», para posteriormente dar paso a las trabajadoras de la Biblioteca Municipal Francisco García Pavón, Gracia y Mamen, que han agradecido al equipo que la Biblioteca «sea un espacio vivo y un faro de cultura y conocimiento», y recitan con Juan Romero, que colabora con la Biblioteca, «Ese hombre en el puente».
Carmen Labrador ha señalado que, fuera de guion, ha querido que estuviera presente el área de Cultura a través de Inmaculada Osuna, que ha recitado «Madre esperando hijo».
Carmen Ruiz ha leído en representación del Club de Lectura de la Biblioteca y ha recitado «Sábado sin sol».
Siguiendo con el Club de Lecturas Compartidas, que se creó en colaboración con el CRPSL y se reúne toda la semana para leer en voz alta, han sido Jerónimo Parra e Isabel Sánchez quienes representan a este grupo y leen «La Mancha al Sol»:
La Mancha: surco en cruz, ámbito, ejido,
parador del verano, en cuya anchura
un ave humana vuela a media altura,
ya tantos años viento azul perdido.
Hacia el otoño, surco en el olvido,
uva yacente, el campo en su largura
recuenta soles, siglos, y madura
el paisaje en el tiempo repartido.
Recuerda sus molinos, al rasero
mural del horizonte todavía,
espejismos de lanza en astillero.
La Mancha frente al sol: una sandía
de corazón quemante y duradero
frente a un circo de cal y lejanía.
El Club de Lectura Félix Grande, compuesto por maestros jubilados, ha leído a través de Alfonso Nieto, que ha recitado «El hombre».
Sigue el Club de Lectura Afammer, que ha leído «Labrador manchego» a través de Mari Moreno.
Alumnado de 1.º de la ESO del IES Eladio Cabañero ha tenido una intervención con el poema «Campesina», que han recitado Aitana Sánchez y José Ángel Madrigal, acompañados por Julia Sánchez con la flauta travesera. También Lucía Boronat y Adriana Cobo, con María Martínez al piano, de tercero de la ESO. Para cerrar las lecturas por el Instituto Eladio Cabañero, han leído los alumnos de Bachillerato Sergio Piedra, Dunia Hurtado y María García al violón, que han recitado «Antes cuando la infancia».
ANTES CUANDO LA INFANCIA
Natividad Cepeda, según Labrador «gran activo en el ámbito cultural de Tomelloso» y protagonista del Plan Municipal de Lectura, ha subido a leer «La Diosa», y ha leído con templanza el poema.
En el último compás del acto, el poeta y profesor Dionisio Cañas no ha podido acompañar a su amigo Eladio en el homenaje de manera presencial; sin embargo, ha participado en el homenaje con una lectura de «Los fundadores de Tomelloso».
Como colofón, Pedro Antonio González Moreno ha leído una carta «sin esperanza de acuse», donde ha compartido un texto escrito con mucha emoción, y ha señalado que es conmovedor que sea Tomelloso el lugar donde pueda leerla. En la carta ha descrito algunos elementos personales sobre su relación con Eladio. Cierra la carta haciendo un canto a la bondad de Eladio y a la soledad y el desamparo que le dejó su muerte.
Ha cerrado el acto la directora de la Biblioteca, Carmen Labrador, agradeciendo a todas las personas su participación y animando a leer a Eladio, pues «tienen todos los libros en la biblioteca»























