Las lumbreras, repartidas por toda la ciudad y presentes en nuestro día a día, pueden pasar desapercibidas para quienes vivimos en Tomelloso. Sin embargo, para turistas y visitantes resultan un verdadero punto de interés.
Estas aberturas permiten la entrada de luz a las miles de cuevas construidas en la localidad, espacios que guardan auténticos tesoros y cuentan la historia de cómo, hace décadas, se conservaba el vino en grandes tinajas. Gracias a su ubicación subterránea, estas cuevas mantenían una temperatura estable, lo que permitía la producción de excelentes vinos de consumo familiar.
La Asociación Amigos de las Cuevas de Tomelloso se dedica a preservar muchas de ellas y a dar a conocer este valioso patrimonio turístico que nos hace únicos.