jueves, 4 diciembre, 2025

Eusebio Becerra, Vendimiador del Año 2025 en Tomelloso: «Tu historia es la de todos»

La XII Fiesta de la Vendimia Tradicional convirtió la Cueva Orígenes en escenario de folclore, carros y pisada de uva

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La duodécima Fiesta de la Vendimia Tradicional selló una jornada de identidad y memoria en Cueva Orígenes, kilómetro cero de la cooperativa Virgen de las Viñas. Carros colmados, reatas, pisada de uva tinta y folclore sirvieron de marco al nombramiento del Vendimiador del Año 2025, Eusebio Becerra García, agricultor y referente de una generación que hizo del trabajo y la honradez su sello.

“Tu historia es la historia de todos”

El alcalde, Javier Navarro, llevó su intervención al terreno emocional y de raíces. Subrayó el simbolismo del escenario —“aquí, entre estas paredes que huelen a vino y a legado”— y el vínculo con una tradición que “nos conecta con la tierra que nos alimenta y con la cultura que nos define”.

Centrándose en el homenajeado, Navarro retrató a Becerra como eslabón de una cadena de esfuerzo: “Eres, ante todo, un agricultor de toda la vida, un hombre que ha sabido leer la tierra y extraer de ella lo mejor”. Recordó su trayectoria fuera del campo —camionero y conductor— como servicio a la comunidad: “Tu autobús y tu camión fueron una prolongación de tu persona, un vehículo de historias compartidas”.

El alcalde insistió en los valores que encarna el vendimiador: “Honrado, trabajador, emprendedor, ahorrativo y dinámico. No son cualidades al azar: son los cimientos sobre los que se levantó Tomelloso”. Y puso el acento en la familia y la fe: “Eres devoto de la Virgen de las Viñas y amante incondicional de los tuyos; tus nietos son la más hermosa de tus cosechas”.

Como broche, enlazó el reconocimiento individual con un homenaje colectivo: “Tomelloso te reconoce a ti y a los miles de Eusebios y Eusebias que han hecho grande esta ciudad, cepa a cepa”, antes de cerrar con un “¡Que viva nuestro vendimiador, que viva Tomelloso y que viva la vendimia!”.

Eusebio Becerra, un relato de vida entre cepas, carretera y familia

El perfil de Eusebio Becerra apareció trenzado entre recuerdos y oficio: infancia de posguerra, primeros jornales a los 9 años, “título de peón” con 12 y de “gañán” al ir su hermano a la mili; el primer concurso de arada con 17 —“echó el rabo tan derecho que se llevó 20 duros”—, las noches estudiando “a la luz de un candil en la quintería” para sacarse el carnet, y una vida a caballo entre el volante y la tierra: “Dejó la comodidad del volante por la inquietud agrícola”.

Volvió al campo en 1980: podas en invierno, melonares en verano “siempre a medias”, préstamos pagados “religiosamente”, compra de tierras, maquinaria, emparrados y olivar, hasta consolidar una explotación familiar puntera y una fidelidad incuestionable a Virgen de las Viñas. La emoción apareció al evocar a Mari, su compañera de casi 65 años: “La tarea más dura ahora es vivir día a día sin su eterna compañera, arropado por los suyos”.

La voz de la familia: “La mejor viña que vamos a heredar es la educación”

En nombre del homenajeado tomó la palabra su hijo, Eusebio Becerra (hijo), para agradecer el nombramiento “al Ayuntamiento y a todo Tomelloso”. Reivindicó la constancia del padre: “Renunció a una vida cómoda por ver crecer las viñas que ahora nos rodean. Trabajó de sol a sol; los hielos y las tormentas se llevaron cosechas, pero nunca la ilusión”.
El mensaje final fue un brindis íntimo a los valores transmitidos en casa: “Papá, la mejor viña que vamos a heredar es la educación que nos habéis dado. De largo, la mejor”. Un aplauso largo acompañó su intervención, con el propio vendimiador visiblemente emocionado.

Tradición en movimiento: carros, pisada y “pesamostos”

La tarde se abrió con El Bombo, Virgen de las Viñas y Manantial del Vino, que encendieron el ambiente con jotas, seguidillas y rondallas. Las asociaciones de carreros aparecieron con sus carros cargados de uvas y, ya en el patio empedrado, Zoilo González y Ángel Morales ejecutaron la pisada tradicional con uva tinta, calzando adobías.

Vinícola de Tomelloso

Morales hilvanó memoria y técnica: de las espuertas de esparto y los carros sin lona a la medición en serillas de 100 kilos. Después, el “pesamostos” certificó el grado, 15 grados, como mandan los manuales de la vieja vendimia.

Agradecimientos y cierre con sabor a zurra

Bodegas y Viñedos Verum y Bodegas Glomol cedieron las uvas empleadas en la pisada; Moral Teatro se encargó de la vendimia manual y de preparar el tradicional zurra con el que se brindó al final; los tres grupos folclóricos de Tomelloso llenaron de música y baile la tarde; y Belén Zafra y Ángel Vela abrieron las puertas de Cueva Orígenes, el lugar donde nació la cooperativa Virgen de las Viñas.

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El acto puso en valor la vigencia de las costumbres vendimiadoras y el papel de quienes las preservan, en un año en que la campaña comenzó el 8 de agosto y avanza con la modernización del campo. La Vendimia Tradicional volvió así a recordar que, entre carros, pisadas y colmos perfectos, a Tomelloso llega siempre en estas la maratoniana actividad que lo ha hecho grande: la vendimia.

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