Este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Tomelloso ha sido el escenario de un emotivo homenaje a las mujeres víctimas de la violencia de género en lo que va de año 2024. El acto, organizado por la Fundación CERES, se ha llevado a cabo en en las inmediaciones del Paseo de las Moreras, donde se congregaron numerosos vecinos, autoridades locales y representantes de asociaciones comprometidas con la lucha contra la violencia de género.
Durante el evento, la presidenta de la Fundación CERES, Toñi Valverde, ha destacado la importancia de seguir visibilizando esta problemática social: «Hoy hacemos un alto en el camino para mirar de frente esta terrorífica realidad. Una realidad bárbara que, a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, la justicia, los servicios sociales y todas las entidades que intentamos aportar nuestro granito de arena, desgraciadamente no podemos evitar por completo», ha dicho.
«La violencia de género es una herida abierta en nuestra sociedad que no entiende de fronteras, generaciones ni estatus sociales, porque afecta a todos», ha añadido, haciendo un especial énfasis en la necesidad de trabajar unidos para erradicar esta lacra.
«Queremos poner de manifiesto que entre todas y todos sumemos lo que podamos para visibilizar esta realidad, para que ninguna mujer viva con miedo, para que ninguna mujer sufra la bestialidad de ser asesinada. Debemos decir basta ya a tantos sueños rotos, a tantas vidas destrozadas», ha continuado expresando.
Tras las palabras iniciales, ha tenido lugar la lectura de un manifiesto a cargo de alumnos del IES Eladio Cabañero de Tomelloso, quienes, con emoción y firmeza, pusieron voz a la necesidad urgente de combatir la violencia machista. El texto del manifiesto subrayaba la importancia del respeto, la igualdad y la educación para construir un futuro mejor:
«La violencia no siempre se ve, pero siempre hace daño. Puede ser física, como golpes, o psicológica, como insultos o amenazas. También existe la violencia económica, cuando alguien impide que una mujer administre su dinero, y la violencia social, cuando se la aísla de sus amigos o familia. Todo esto está mal y debemos decir basta ya».
La lectura del manifiesto ha venido seguida por una performance simbólica, realizada por los propios alumnos del curso de promoción de igualdad. En la representación, unas siluetas de cartón representaban a las mujeres víctimas de la violencia de género, destacando la ausencia de las que ya no están y la memoria de las vidas que fueron truncadas. La introducción de la performance recordó la necesidad de no mirar hacia otro lado ante esta realidad devastadora:
«Hoy, en este día que nadie debería necesitar, estamos aquí para recordar y hacer un alto. La violencia contra las mujeres no es un problema lejano, está presente en todas las ciudades y en todos los hogares. Es una violencia que arrebata sueños, que silencia voces y apaga vidas. Necesitamos recordar que no estamos hablando de cifras o estadísticas frías, hablamos de vidas, vidas con nombres, historias, familias y seres queridos que hoy viven en el duelo».
La presidenta de la Fundación CERES ha aprovechado la ocasión para agradecer la colaboración del alumnado y del profesorado involucrado, así como a la empresa local Spinbon por la donación de materiales para la realización de la performance. También se reconoció la participación de Mari Carmen y Crece, representantes de la Asociación de Mujeres Víctimas de Violencia de Género, presentes en el acto.
Al acto también han acudido el acalde de Tomelloso, Javier Navarro Muelas; la concejala de Cultura, Inés Losa; y la concejala de Juventud, Carmen López.
El evento finalizaba con un respetuoso aplauso en honor a las 41 mujeres asesinadas este año en España, de las cuales 21 eran españolas y 20 extranjeras. Un momento de silencio recordó las 41 vidas perdidas, seguido de una declaración final que, con firmeza y esperanza, clamaba por un futuro libre de violencia: «Hoy, alzamos la voz y decimos con fuerza: no a la violencia, sí a las mujeres, y sí al respeto y a la igualdad. Construyamos un futuro en el que todas las personas, sin importar su género, vivan en paz y armonía».