Hubo un Pedro Salinas poeta madrileño, perteneciente a esa increíble hornada de poesía española que fue “la Generación del 27”. También hubo un dibujante de Tomelloso llamado Pedro Salinas, que se nos fue demasiado pronto.
Si todavía alguien no sabe quién fue Salinas, dejaré aquí una presentación que todos pueden encontrar en Internet: Historietista tomellosero que fue autor de El Gañán Enmascarado, un superhéroe local creado a finales de los ochenta, cuyas primeras apariciones fueron en Fanzín-Bazín de Tomelloso, la revista que impulsó José Vicente González, alias «Pepe, el Mocho». Allí aparecía el superhéroe junto a otros personajes como Braulio, «el vampiro de Los Portales», el «Hermano Petraca», Faria-Man, el Hombre Cubata, el Hermano Vinagres o la Mujer Vertedera, inspirados en el ambiente tomellosero. En el año 2000 vio la luz en forma de libro con Ediciones Soubriet, y tras este primer libro se publicaron nuevas ediciones de este personaje.
Pedro Salinas desde muy joven mostró su predilección por el mundo del comic y la ilustración, fue autor de numerosos carteles y pasquines para conciertos de rock y realizó también algunas exposiciones de ilustración y pintura. Colaboró también en la revista madrileña A la calle y en otras como Baraka, de Alcázar de San Juan. También publicó artículos sobre el mundo del cómic, tanto nacional como internacional. Falleció prematuramente en 2020, con 57 años.
En esta ocasión no vamos a volver a hacer balance de su obra, ni a contar su biografía de nuevo. Por fin se ha hecho justicia, y el Plan Municipal de Lectura, este año, se ha dedicado a la figura del ilustrador tomellosero. Su obra mas conocida, El Gañán Enmascarado, cumple 24 años, y el Ayuntamiento ha querido homenajear a Salinas con diferentes charlas y cursos, además de una exposición antológica, que se inaugurará este próximo jueves, 22 de febrero en la Posada de los Portales, con el título: ‘Pedro Salinas y su legado enmascarado’.
Se hace por fin justicia a la figura de este gran dibujante e ilustrador, aunque, como viene siendo habitual en estos lares, el homenaje llega bastante tarde. Salinas creó un tipo de cómic muy personal, una mezcla de el estilo Marvel y Underground, con una pátina rural y cultura localista, que desgraciadamente era poco entendible por la gente de fuera de Tomelloso, pero eso no quita valor a su obra, sino que hace de que esta contenga un lenguaje y un estilo muy personales y únicos.
Tuve la suerte de conocer a Perico (así le llamábamos los amigos) hace 45 años, y ya entonces su cabeza estaba llena de ensoñaciones, y continuamente inventaba historias y no paraba de leer cómics. Nuestros debates muchas veces caminaban en torno a la literatura y los estilos del cómic, yo era más fan del estilo europeo, y nunca me había interesado el estilo Marvel, y a través de sus historias y su pluma me fui poco a poco interesando por todos esos estilos.
En sus historias, Salinas introducía a muchos personajes locales conocidos (y muy reconocibles, ya que también era un gran caricaturista), y debo presumir que un servidor fue protagonista de una de las aventuras de Braulio, el vampiro de los Portales, en su ultima aparición. También fui el prologuista de la primera autoedición (gracias a Pepe el “Mocho”) del álbum: “El origen de El Gañán Enmascarado”, después hubo una segunda edición de lujo, por gentileza de Ediciones Soubriet, quién reconoció el talento de este artista, y fue a partir de entonces su editor. También se nos quedó en el tintero el proyecto de un trabajo colectivo. Yo hice el guion de una historia que al final Salinas no llegó a dibujar, por lo que en homenaje a él, la transformé en un relato.
Dejar como curiosidad, que los humoristas manchegos, José Mota y Agustín Durán, crearon personajes tipo superhéroes sobreinfluenciados (por no decir copiados) por El Gañán Enmascarado.
Esperemos que esta exposición y estas jornadas sirvan para que, al menos la gente de Tomelloso, llegue a conocer y apreciar la magnífica obra y legado de este artista único e irrepetible. Y esperemos que a partir de ahora, los homenajes empiecen a hacerse todavía cuando el homenajeado esté vivo, pues la Gloria después de muerto, no es un gran consuelo para todos los que nos dedicamos a distintas disciplinas artísticas.