En esta sección de entrevistas a “corta distancia”, no podía faltar este cara a cara con un músico excepcional. José Almarcha no es todo lo conocido que debería ser en su ciudad natal. Sin embargo, en el mundo del flamenco es una figura muy reconocida por su ya larga trayectoria (a pesar de su juventud).
Es la segunda vez que le entrevisto, pero esta vez he querido acompañarlo en el escenario, ahí donde Almarcha se crece. José es un guitarrista de flamenco que siempre ha huido de la ortodoxia. La mayoría de los guitarristas de flamenco navegan entre esas vías paralelas: el concierto solista y el acompañamiento. No obstante, Almarcha encajaría más en el papel de concertista, aunque también navega muy bien en las aguas del acompañamiento de baile, ya que ha compuesto bastantes temas de música para baile. Almarcha no es flor de un día, y su éxito se ha forjado a base de mucho trabajo, pasión y buen hacer.
José se toma todo lo que hace muy en serio, y a la hora de componer y grabar no tiene prisa. Actualmente está trabajando en su tercer disco, que saldrá al mercado a finales de este año. En él, como siempre, nos sorprenderá gratamente, porque sus discos llevan un concienzudo trabajo de producción y arreglos muy interesantes, y siempre aporta cosas nuevas, a pesar de ser puro flamenco. En la producción de este próximo disco contará con la colaboración excepcional del gran músico, compositor, poeta y arreglista gaditano Javier Ruibal, un auténtico lujo.
Ver a José Almarcha acariciar la guitarra extrayendo de ella esos sonidos limpios, sensuales y potentes es un auténtico placer, y me hace pensar en que es un poeta que escribe versos de notas, acordes, arpegios, y rasgueos. Al escucharlo parece que tocar la guitarra es algo fácil. Estamos ante un auténtico genio musical, al que le queda una larguísima carrera de éxitos.