Desde este martes, agricultores de toda España han salido a la calle para protestar por la situación que vive el campo. Félix Díaz, de Tomelloso, es uno de los agricultores que se ha unido a la tractorada para reclamar medidas políticas que no sean meros “parches”.
Durante la primera jornada, el colectivo logró cortar la A-4 y la A-43 a la altura de Manzanares. De hecho, la autovía quedó cortada durante toda la noche tras la movilización de unos 100-150 tractores, que se reunieron y pasaron allí la noche. “La verdad es que fue impresionante”, ha expresado Díaz.
Pero, ¿cuáles son las principales reivindicaciones de los agricultores? El conflicto no comenzaba durante estos días, sino que se viene arrastrando desde hace años. Precios por debajo de su valor, o la subida de los fertilizantes e impuestos, son algunas de las situaciones que no paran de asfixiar al sector.
Díaz reprocha que los partidos políticos “se culpan los unos a los otros, echan balones fuera”. Ejemplo de ello es que la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmaba esta semana que posiblemente se habían hecho normas precipitadas con los fitosanitarios.
Para el agricultor tomellosero, Castilla-La Mancha no los necesita de manera imperante, puesto que la climatología, de mucho sol, “es el mejor fitosanitario que existe”. Todo esto se vincula, según ha expresado Díaz, con la falta de conocimiento de los políticos en relación al campo. “Son personas que hacen leyes desde las oficinas y sin pisar el terreno”, ha dicho.
PROBLEMAS QUE TAMBIÉN AFECTAN A CASTILLA-LA MANCHA
En la región de Castilla-La Mancha, el sector reclama, en relación a los ecorregímenes, que hay son suelos con poca profundidad y que deben aprovechar la poca agua que cae. “Si no le das el laboreo, el agua que cae se queda sin filtrarse a la capa de labor y no vale para nada”, ha afirmado Díaz.
Precisamente en materia de agua, se ha anunciado recientemente la cesión de ayudas para la sequía, cuando esta problemática se viene dando desde el pasado año. También reclaman la regulación de los pozos alegales de la Mancha Occidental 2.
Asimismo, el campo sufre una falta de mano de obra, fomentada porque los españoles no quieren trabajar en la agricultura. Esto les lleva a tener que contratar a migrantes, muchas veces sin papeles. Según ha explicado Díaz, si estos trabajadores les engañan con su carné de identidad y se notifica en Inspección de Trabajo, son los empresarios que contratan quienes deben hacerse cargo del delito.
A las reivindicaciones del campo se suman el control de las plagas de conejos, un asunto que les enfrenta con los ecologistas; la falta de ganaderos, cansados de que “les arrinconen con precios inviables”; o la avanzada edad de quienes trabajan en el sector, una situación que no mejora con las ayudas al fomento de la incorporación juvenil.
“Alimentos siempre va a haber, pero la agricultura como la estamos llevando hoy en día va a acabar desapareciendo”, ha afirmado rotundo Díaz. “No va a depender de nosotros el sustento de la gente que come en España, sino que vamos a tener que importar productos de fuera para que podamos comer”, ha añadido.
Todas estas circunstancias son las que han impulsado que el sector se movilice en las carreteras, a falta de encontrar soluciones posibles. Todo ello, teniendo en cuenta que, según explica el tomellosero, “la gente no sabe estar en las calles, los agricultores lo que saben hacer es trabajar en su campo”.
