El artista tomellosero Antonio López ha concluido las nuevas puertas de la catedral de Burgos, encargadas con motivo de la conmemoración del VIII centenario de la construcción del templo gótico y que han suscitado numerosas críticas.
Así lo ha anunciado el Cabildo Metropolitano de Burgos que, en nota de prensa, ha informado de que el propio pintor y escultor avanzó, en respuesta a una felicitación navideña del arzobispo a principios de año, que la elaboración de las puertas de bronce concluiría en el mes de abril, para ser trasladadas a la catedral en verano.
El Cabildo Metropolitano ha indicado que espera recibir «en los próximos meses esta obra de arte que sin duda puede calificarse como la más importante del siglo XXI en Burgos», y que consiste en tres puertas, una de mayor tamaño y otras dos más pequeñas, para sustituir las actuales de la portada principal de Santa María.
Desde la institución religiosa han aseverado que han estado en «permanente diálogo» con los técnicos de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que deben informar sobre la instalación de las puertas, una de las cuestiones que más controversia ha generado pues el proyecto cuenta con el rechazo de Icomos, organismo asesor de la Unesco.
En la nota, el Cabildo ha insistido en que «desea promover el complejo y delicado procedimiento con el fin de obtener el permiso pertinente para su colocación en el lugar para el que han sido diseñadas», puesto que como bien Patrimonio de la Humanidad requiere de autorización para acometer la intervención.
«Mientras tanto, siendo consciente de que este procedimiento puede dilatarse en el tiempo, pedirá el asesoramiento oportuno a la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León con el fin de obtener el permiso correspondiente para la ubicación temporal de la obra en el lugar más adecuado y que, de este modo, pueda ser contemplada por los burgaleses y por quienes se acercan a visitar nuestra ciudad», ha apuntado.
Sin fondos públicos
El Cabildo Metropolitano ha señalado, igualmente, que las nuevas puertas de la Catedral de Burgos, cuyo coste asciende a unos 1,2 millones de euros, han sido sufragadas en su mayor parte con fondos de la institución religiosa, completados con aportaciones de empresas y particulares, sin que haya colaborado económicamente ninguna administración o entidad pública.
«El Cabildo dará cuenta puntualmente de los pasos que se vayan dando en relación a estos últimos compases de la culminación de la obra y su traslado a Burgos», ha señalado para concluir el comunicado.
Críticas e informes en contra
El proyecto de nuevas puertas para la portada de Santa María de la Catedral de Burgos se presentó en 2020 con el objetivo de que estuvieran listas para su inauguración el 20 de julio de 2021, fecha en la que se conmemoró el octavo centenario de la Seo burgalesa.
Sin embargo, la actuación ha cosechado numerosas críticas con manifiestos firmados por historiadores del arte, arquitectos y otros profesionales, además de ciudadanos a título individual; una recogida de firmas (más de 78.000) impulsada por el pintor burgalés Juan Vallejo, recientemente fallecido; y textos contrarios de instituciones artísticas e históricas.
Además, Icomos, el órgano asesor de la Unesco en materia de patrimonio, emitió un informe desfavorable y, en varias ocasiones, han recomendado al Cabildo que desista del proyecto, pues estaría en riesgo la catalogación como Patrimonio de la Humanidad. Por ello, el informe de la Junta ha estado paralizado hasta la conclusión de la obra.
Ahora, el Cabildo Metropolitano tendrá que conseguir el visto bueno de la Comisión de Patrimonio autonómica para la instalación de las puertas, empezando por definir una ubicación temporal para la que se han barajado diferentes espacios del templo gótico, pero que todavía está por decidir.
