La tradicional procesión del Corpus, ha salido esta tarde a recorrer algunas de las calles de Tomelloso. Tras la Eucaristía de las 19:00 horas de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, ya pasadas las ocho de la tarde, han comenzado a repicar las campanas para anunciar la salida del Santísimo a la plaza de Tomelloso. Se han silenciado las campanas y ha comenzado a sonar el himno de España, interpretado por la A.M. Santa Cecilia, que ha sido la que ha acompañado el cortejo procesional.
Delante abría camino una cruz, a la que seguían las hermandades de Semana Santa con sus correspondientes estandartes, y miembros de sus juntas directivas, así como algunas hermandades religiosas, como San Cristóbal, San Antón o la de la Virgen de las Viñas.
Tras estos, una riada de niños y niñas que han hecho la comunión este año, acompañados de sus catequistas.
La Custodia con el Cuerpo de Cristo iba sobre una carroza empujada por varios fieles.
Cerrando las madrinas, seguidas de el Alcalde, Javier Navarro, y varios miembros de la Corporación Municipal.
La procesión ha partido desde la Parroquia de la Asunción, cruzando la Plaza de España, calle Nueva y calle Cabo Noval, hasta la Parroquia de San Pedro.
ALTAR NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR
Uno de los puntos destacados del recorrido fue el altar de la Hermandad de Nuestra Señora del Mayor Dolor, diseñado por el prioste Juan Carlos Rodríguez López. Este año, el altar, realizado junto a la Hermandad de la Soledad, tenía como objetivo la exaltación de la Eucaristía. «La torre eucarística con la custodia en el primer nivel, el cordero místico en el segundo y la imagen de plata de nuestra Virgen en el tercero representan la centralidad de la Eucaristía en nuestra fe», explicó Rodríguez López.
El altar, situado en la calle Nueva frente a la plaza del agricultor, estaba adornado con un cuadro de la Santísima Trinidad en la parte superior, un conjunto de telas y alfombras, ángeles, flores y mesas credenciales con el vino y el pan. La imagen de culto particular, con advocación de Estrella, y un resucitado en el segundo cuerpo del altar completaban la escena.
