Desde hace ya unas semanas, algunos de los edificios más conocidos de nuestra ciudad cuentan con una nueva iluminación ornamental que les da un toque renovado a estos emblemas turísticos. El Museo López Torres, el Teatro Marcelo Grande, la Casa del Gallego y la Posada de los Portales son algunos de ellos.
Sin querer entrar en polémicas, me parecen estéticos y originales, tanto de día (cuando están apagados) como de noche (cuando están encendidos). Y a usted, querido lector, ¿le gustan? ¿Sí o no?