El mes de agosto ha llegado, el mes de vacaciones por antonomasia, mes de celebración en nuestro Tomelloso, de nuestra querida feria, y mes de comienzo de la vendimia, que parece venir cada vez más adelantada. Es el mes que casi siempre es el más caluroso (¡y vaya cómo hemos empezado!). También es el mes en el que más melones y sandías se recolectan en nuestra comarca.
Los racimos ya cuelgan, entre verdosos y amarillos, en busca de la maduración y el grado perfecto. Esperemos que traigan gran satisfacción a los viticultores, que puedan hacer buenos caldos y que, de una vez por todas, ganen el prestigio que se merecen entre todos los consumidores.