En Argamasilla de Alba, la Asociación Brazos Abiertos se erige como un faro de inclusión para personas con capacidades diferentes. A través de su invernadero, esta organización no solo cultiva plantas, sino también oportunidades para que sus integrantes desarrollen habilidades y se sientan parte activa de la comunidad.
Alejandro, uno de los participantes, nos comparte con entusiasmo su papel en el invernadero: «Hacemos el sustrato con la hormigonera para echarle a las plantas.» El trabajo no se detiene aquí. Este es apenas el inicio del proceso que culmina con la venta de las plantas a los vecinos de Argamasilla de Alba.
Durante todo el año, los miembros del centro se encargan del cuidado completo del invernadero, desde el riego hasta la preparación de las plantas para su venta.
El verano trae consigo más actividades, que incluyen desde hidroterapia hasta manualidades, enriqueciendo la experiencia de los aproximadamente 25 a 30 jóvenes que se unen a estos programas.
Durante el día a día son numerosas las personas que acuden hasta el invernadero: «Siempre tenemos rosales, hierbabuena, romero, plantas autóctonas de la tierra, eso tenemos todo el año», nos cuentan desde la asociación, destacando también que preparan con cariño eventos especiales como la venta de plantas para el Día de la Madre o la flor de pascua en Navidad.
El horario de visita para aquellos interesados en adquirir plantas es por las mañanas, de 10:00 a 13:00, asegurando que el invernadero sea un lugar de actividad constante.
