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martes, 31 diciembre
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Nochevieja: una noche de ritos y costumbres en todo el mundo

"Tengo más orejas que días le quedan al año"

La última noche del año tiene un significado especial, pues simboliza el cierre de un ciclo y la apertura de uno nuevo. Aunque suele ser una celebración familiar, como la Nochebuena, la Nochevieja suele conmemorarse en compañía de amigos, ya sea en restaurantes, pubs, discotecas o en reuniones privadas que en Tomelloso llamamos “zongas”. Es, en esencia, una noche de celebración en comunidad.

La tradición de despedir el año tiene raíces en la antigua Mesopotamia, donde el calendario estaba condicionado por las cosechas y la luna. Sin embargo, en el año 46 a.C., Julio César introdujo el Calendario Juliano, basado en la relación de la Tierra con el Sol, reemplazando los calendarios lunares que requerían ajustes constantes. César eligió enero como el inicio del año, coincidiendo con el invierno y las Saturnales, fiestas dedicadas al dios Saturno. Más tarde, en 1582, el papa Gregorio XIII reformó este calendario, dando lugar al que usamos actualmente.

Desde entonces, el Año Nuevo se celebra en gran parte del mundo en fechas cercanas a la Navidad, y aunque los rituales varían, comparten un espíritu festivo común.

En España, la tradición más popular es tomar doce uvas al ritmo de las campanadas, representando los meses del año que comienza. Según cuenta una leyenda, esta costumbre nació en 1908 debido a un excedente de uvas en la región de Alicante, cuando un productor las bautizó como “uvas de la suerte”. Otra tradición muy extendida es usar ropa interior de colores, especialmente roja, mientras que en otros países el color elegido depende de los deseos para el nuevo año.

En el mundo anglosajón, es costumbre besar a la persona que tienes al lado al sonar la última campanada, mientras que en Italia se comen lentejas, asociadas a la buena suerte desde los tiempos de Julio César. En el sur de Italia, además, es común arrojar muebles viejos a la calle, simbolizando el desecho de lo antiguo para dar paso a lo nuevo.

En Dinamarca, la tradición consiste en romper platos viejos y lanzarlos en la puerta de amigos y familiares como muestra de buenos deseos.

En muchos países latinoamericanos, se acostumbra a dar una vuelta a la manzana con una maleta en la mano, simbolizando el deseo de viajar. También es común subirse a una silla y saltar al dar las campanadas, marcando el inicio de un nuevo ciclo.

En Brasil, donde es verano, la tradición incluye meterse al mar y saltar siete olas, mientras que en Escocia se celebra el “first footing”, una tradición del Hogmanay (Nochevieja escocesa), en la que la primera persona que cruza el umbral de una casa después de la medianoche se considera portadora de buena suerte.

Cada país tiene sus tradiciones y rituales, pero casi todos coinciden en su simbología de renovación y nuevos comienzos.

Celebremos esta noche como más nos guste, pero siempre con alegría y esperanza. Desde aquí, os deseamos un 2025 lleno de grandes proyectos, felicidad y salud.

Manuel Buendía Pliego
Manuel Buendía Pliego
Persona inquieta y multidisciplinar. Artista plástico, profesor de dibujo y acuarela, diseñador, gastrónomo, y escritor aficionado. Ha publicado en distintos medios digitales varios relatos, también ha publicado un libro de microrrelatos junto a Carlos Naranjo, y está trabajando en varios proyectos editoriales.
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