En pleno corazón de La Mancha, a tan solo 180 kilómetros de Madrid y 80 de Ciudad Real, se alza una finca rústica que representa el máximo lujo y exclusividad. Con más de 1.300 hectáreas, esta propiedad no solo destaca por su inmensa extensión, sino por la perfecta armonía entre un entorno natural cuidadosamente mantenido y unas instalaciones diseñadas para ofrecer el máximo confort.
Esta finca es mucho más que un simple terreno. Se trata de un espacio donde la naturaleza y el lujo se entrelazan en un entorno único. La mitad de la finca está dedicada a labores agrícolas, con 700 hectáreas de terreno de alta calidad, mientras que el resto es un monte bajo adehesado con encinas, alcornoques y quejigos, lo que convierte este paraje en un refugio ideal para la caza. La abundancia de perdices y la gran cantidad de agua disponible gracias a sus 14 pozos interconectados y 28 charcas hacen de esta propiedad un sueño para cualquier aficionado a las actividades cinegéticas.
Las infraestructuras de la finca son igualmente impresionantes. La vivienda principal, con 2.000 metros cuadrados, ofrece 7 suites y 3 salones, destacando su pabellón de caza y un salón taurino. Además, cuenta con una casa de invitados de 350 metros cuadrados y una casa para guardeses, asegurando que tanto los propietarios como sus invitados puedan disfrutar de la estancia con la máxima comodidad.
El ocio y la ganadería también tienen su espacio privilegiado en esta finca, que dispone de una plaza de toros completamente equipada, con gradas, chiqueros y autorización para realizar eventos a puerta cerrada. Asimismo, la propiedad cuenta con una moderna nave de 3.000 metros cuadrados, diseñada para múltiples usos y equipada con una báscula de hasta 100 toneladas.
Uno de los puntos fuertes de la finca es su perfecta accesibilidad. A través de caminos interiores y perimetrales en excelente estado, es posible recorrer la propiedad en su totalidad. Además, el perímetro de 44 kilómetros está completamente vallado con malla cinegética, garantizando la seguridad tanto de la fauna como de las actividades desarrolladas en su interior.
En cuanto a la rentabilidad, la finca recibe subvenciones PAC y cuenta con 80 hectáreas de encinas y alcornoques reforestadas, con ayudas aseguradas hasta 2028. La combinación de rentabilidad, lujo y ocio hacen de esta finca una oportunidad única para aquellos que buscan invertir en una propiedad exclusiva que ofrece mucho más que terreno.
El precio de esta joya manchega asciende a 16 millones de euros, una cifra que refleja no solo la extensión de la finca, sino su inmejorable estado y las infinitas posibilidades que ofrece para combinar vida rural, caza, ganadería y descanso en un entorno incomparable.
