El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rememorado cómo recibió la primera noticia de que la situación en Letur se complicaba ante el paso de la DANA que justo este viernes hace un mes destrozó el pueblo y se llevó la vida de seis de sus vecinos.
«Me hacía mucha ilusión poder asistir y tuve que suspender todo de golpe. Gente que conocía me mandaba vídeos de lo que estaba pasando en Letur, y en paralelo me llamaba el consejero Ruiz Molina y el 112 casi al instante», ha detallado para justificar cómo suspendió la agenda.
La instrucción de la gestión de la emergencia pasaba por quedarse coordinando los servicios desde el puesto de mando. «Me siento muy orgulloso de la inmediatez con la que se respondió. Tuvimos desde el minuto uno todos los servicios que se necesitaban en una tragedia».
Ha presumido además de que en Castilla-La Mancha todas las instituciones han ido «a una», y ante las polémicas que vienen de la gestión en la Comunidad Valenciana, se ha mostrado satisfecho ya que en Castilla-La Mancha «el conjunto de las administraciones han estado donde tenían que estar».
Evitando «por respeto» valorar la gestión valenciana, ha dicho que «aunque se hubiera hecho todo muy bien, la envergadura y la dimensión del problema seguramente es tan desconocida que hubiera traído polémica y controversia» en el mismo caso.
«Aquí el drama es el drama y lo más feo de todo, lo peor, son las desapariciones de personas, eso es lo primero y en lo que estuvimos centrados al principio. Todo lo demás no deja de ser dinero o no deja de ser energía», añade.
García-Page ha indicado que es llamativo con qué facilidad se empiezan a establecer conclusiones cuando las cosas son normalmente mucho más complejas».
«Creo que el sistema de protección y de lucha contra cualquier tipo de daño o emergencia debiera estar ajeno a las decisiones políticas, debieran ser órganos absolutamente independientes que fijen y determinen protocolos objetivados, ya para la recuperación, para la acción política, ya están los gobiernos», agrega, pidiendo que la tragedia sirva al menos para «sacar conclusiones».