El presidente regional del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha cargado este martes contra el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, a quien ha acusado de «plegarse al sanchismo» para mantener el poder y ser «un mal gestor» para la Comunidad Autónoma.
Durante su intervención en el Foro ABC, Núñez se ha opuesto a la narrativa que se está instalando en Madrid de que algunos dirigentes socialistas son buenos y otros malos, lamentando que con su «omisión de acción» hacen que el Gobierno central «gobierne por la senda por la que camina».
Es en este punto en el que ha afirmado que «el principal exponente» de esta narrativa es Emiliano García-Page, «que ha cultivado durante estos años una imagen de líder socialista moderado, de socialista bueno, de que está en contra del sanchismo y de lo que Sánchez representa. Pero la verdad no es esa».
«Los hechos demuestran que día tras día Page vende un supuesto desapego que luego a la hora de la verdad deviene en un absoluto cierre de filas cuando se trata de proteger a Pedro Sánchez y cuando se trata de permitir que Pedro Sánchez siga en el poder», ha sostenido.
C-LM, «EN EL FURGÓN DE COLA»
A ello ha añadido que esto «se agrava más» porque el presidente regional «es un mal gestor» y después de 40 años de gobiernos socialistas en la Comunidad Autónoma, en los que García-Page ha estado 23, la región sigue «en el furgón de cola» de los indicadores económicos y sociales del país.
Bajo su punto de vista, la política socialista de Castilla-La Mancha «se resume en altos impuestos, alto endeudamiento, nula inversión y un gasto público improductivo y desproporcionado». «Los castellanomanchegos estamos pagando un enorme precio por el costo de oportunidades perdidas por los gobiernos socialistas de estos años», ha añadido.
«En lugar de aprovechar las oportunidades, como debería hacer cualquier gobierno serio» el Gobierno de Castilla-La Mancha «se dedica a utilizar la región como un campo de combate contra otras autonomías, especialmente contra Madrid, porque hay una malsana envidia y un rencor en lugar de querer aliarnos con ellas», ha argumentado.
Es por ello por lo que ha afirmado que el PP de Castilla-La Mancha va a trabajar «en las soluciones» y por lo que ha erigido a su partido en la alternativa al Gobierno socialista en esta Comunidad Autónoma. «Una alternativa que se ofrece diariamente en el Parlamento autonómico», como ha sucedido con la tramitación de los presupuestos de la Junta de Comunidades para el año 2025, a los que el PP ha presentado 976 enmiendas.
EL PP ES LA «ALTERNATIVA» EN C-LM
Una alternativa que pasa también por el municipalismo que ofrecen los alcaldes y presidentes de las diputaciones del PP en la región, demostrado que la gestión municipal necesita de la colaboración del Gobierno regional para que esas políticas municipales «puedan multiplicarse» de la mano de la Junta de Comunidades, «algo que estoy convencido llegará en el año 2027», ha precisado.
Pero también necesitan, ha dicho, de un Gobierno nacional del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, «un hombre sensato, capaz, responsable y sereno. Un hombre de Estado que es hoy lo que necesita nuestro país para progresar».
Con todo, ha manifestado que la fórmula que propone para Castilla-La Mancha «es sencilla» y pasa por menos impuestos, menos burocracia y apostar por el sector privado con el objetivo de convertir a la Comunidad Autónoma en el motor de crecimiento económico del país.
«Donde el socialismo ve problemas yo veo oportunidades y Castilla-La Mancha es un lugar con grandes polos de crecimiento industrial y puede serlo mucho más si tiene el apoyo de la Junta de manera firme y decidida para potenciar el músculo de nuestra economía, que está basado en la empresa familiar y en la pyme, y potenciarlas, protegerlas, rebajarlas la fiscalidad y hacerlas más competitivas», ha argumentado.
A ello ha unido que Castilla-La Mancha «puede ser mucho más» si el sector primario cuenta con las condiciones necesarias de agua y de ayudas económicas, «no sólo para fortalecer la agricultura y la ganadería sino también para asentar una verdadera industria de transformación agroalimentaria que asiente población y que retenga todo el valor añadido de la economía vinculada con el sector primario».
FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
También se ha referido a la financiación, consciente de que la región necesita más. Por lo que ha defendido un sistema de financiación «más justo» yendo a una negociación del nuevo marco de financiación autonómica «con la fortaleza de una región que sabe que requiere hoy de un mayor presupuesto». «Pero no se puede negociar con un acuerdo pactado con el separatismo catalán encima de la mesa», ha agregado.
Bajo su punto de vista, Castilla-La Mancha no necesita leyes de armonización fiscal como ha propuesto Emiliano García-Page, al que ha acusado con esta propuesta de pedir «que ninguna comunidad autónoma pueda bajar impuestos por decisión propia y que la fiscalidad arranque con el modelo catalán. Y yo me niego».
«Los castellanomanchegos y los españoles no pueden ser condenados a pagar la fiesta del socialismo español. No podemos resignarnos viendo cómo se desmorona todo lo que hemos construido entre todos y, sobre todo, todo lo que han construido nuestros antecesores, y no podemos permanecer impasibles ante el enorme logro que significó la transición española y el régimen constitucional», ha concluido.