La consejera de Igualdad, Sara Simón, ha dado un tirón de orejas al empresariado de Castilla-La Mancha ya que la aprobación e implementación de los planes de igualdad, obligatorios en empresas de más de 50 trabajadores y trabajadoras, «no va lo rápido que debiera».
«Pero no quiere decir que sean planes que después se están desarrollando. Por eso estamos trabajando tanto con sindicatos como con la patronal para avanzar a mayor velocidad. No está yendo todo lo rápido que quisiéramos», ha lamentado Simón, que ha asegurado que su departamento estará vigilante para que después de aprobarlos, las empresas «no los guarden en un cajón».
«Queremos tener la garantía de que esos planes, que se están negociando con los sindicatos, se aprueben y se pongan en marcha», ha insistido Simón, consciente de que «el camino de la igualdad, nunca ha estado exento de encontrarse con frenos o con barreras».
«Nuestro compromiso es el de ir trabajando para poder ir superando esas barreras e ir levantando esos frenos, vengan de dónde vengan», ha aseverado.
Así las cosas, y luego de aludir al lema ‘Cerrando brechas, iguales y visibles’ con el que el Gobierno regional conmemora el 8M, Día Internacional de las Mujeres, la responsable de Igualdad ha avanzado que su departamento ya trabaja en la elaboración de una ley de igualdad salarial, anunciada por el presidente regional, Emiliano García-Page, a finales del pasado año, para cerrar esa distancia entre los salarios masculinos y femeninos.
«Estamos trabajando ya, de manera paralela también, con la reforma de la Ley de Igualdad, para abordar la creación de una ley específica de igualdad salarial, que recoja las medidas que ya se están poniendo en marcha, recogidas en dicha Ley de Igualdad de 2010, adecuándolas a los nuevos tiempos», ha asegurado Simón.
Pese a poner el foco en que en Castilla-La Mancha la brecha salarial se ha reducido en 5,5 puntos en la última década, siendo la región la cuarta autonomía con menor porcentaje, ha avanzado que su departamento investiga las causas que siguen provocando esa diferencia entre las retribuciones de los hombres y de las mujeres.
«Las mujeres están en trabajos más precarios y, además, tienen más dificultades a la hora de desarrollar su vida profesional porque de las 380.000 personas que en Castilla-La Mancha tienen una reducción de jornada, el 92 % son mujeres. Tenemos que ir marcando esas medidas para corregir que sean las mujeres las que asuman la carga de los cuidados».