El corazón del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro comienza a latir con fuerza para ofrecer, del 4 al 28 de julio, lo mejor del teatro clásico y del Siglo de Oro a través de una edición inmersiva en el que estarán presentes medio centenar de propuestas de nueve países, celebra la directora de esta cita cultural, Irene Pardo.
En una entrevista con la Agencia EFE a unos pocos días de la inauguración de unas de las citas teatrales más importantes del país, Pardo afirma que «el corazón del festival está ya latiendo y bombeando sangre y alegría» porque todo está preparado para recibir a un público entusiasta dispuesto a disfrutar de una de las ediciones más especiales del festival.
En Almagro, «va a estar lo mejor del teatro clásico y sobre todo del Siglo de Oro de nuestra producción», asegura su directora.
«Va a estar esa combinación que tanto nos gusta de personas y artistas de muchas disciplinas distintas, de teatro, de música, de circo, de danza; dentro de las disciplinas, distintas poéticas, distintas estéticas, distintas compañías con una trayectoria larguísima como puede ser Teatro Corsario o la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con jóvenes creadores y creadoras emergentes. Es decir, volveremos a crear ese núcleo de encuentro y en esa comunidad cultural que es el Festival de Almagro», valora Pardo.
De este modo, subraya que el público no puede perderse visitar Almagro para hacer ese viaje al Siglo de Oro que propone el festival, «desde un punto de vista intelectual y desde un punto de vista emocional».
Todo ello, porque se ha creado «un festival para que puedas participar tanto de la parte artística, viendo todo tipo de espectáculos, como de la parte más experiencial y emocional que tiene que ver con la gastronomía, con la tradición, con la arquitectura, visitar exposiciones o acudir a presentaciones».
Almagro, bisagra en el tiempo
Además, defiende que este festival tiene algo que no tienen otros festivales, ya que sostiene que «Almagro es una bisagra en el tiempo» que permite al espectador estar en el Corral de Comedias y pensar que lo que sucede en esa representación que está viendo «es exactamente igual que lo que sucedía hace 400 años, con personas distintas, pero seguramente con emociones muy parecidas».
Y añade que Almagro «genera ese espacio de sosiego y de tranquilidad, en un marco de una belleza arquitectónica extraordinaria, que es en sí, un pequeño viaje en el tiempo».
De cara a qué ver en la primera semana de programación, la directora desvela que, como Santa Teresa, ha salido de ella misma y se ha puesto en la piel de cualquier espectadora, y que tras mirar la programación, lo quiere ver todo.
Por eso, recomienda empezar el jueves viendo el espectáculo ‘Lumen una historia de amor’, un espectáculo de marionetas gigantes con un videomapping, con «una iluminación maravillosa y con 40 voluntarios de Almagro que va a ser precioso», para luego disfrutar de una cena y al día siguiente empezar el día yendo a la inauguración de la exposición de Calderón que se podrá ver en el Museo Nacional del Teatro comisariada por Laila Ripoll.
También lo completaría con unas berenjenas y un vino volcánico, para empezar la tarde yendo a ver a Pepón Nieto con la ‘Comedia de los Errores’ o a la compañía japonesa Ksec Act., acercarse a ver o ‘El alcalde de Zalamea’ o ‘Éxtasis Místico’, en una «propuesta preciosa» con música electrónica para descubrir a las autoras Santa Teresa, Sor Juana, Ana San Bartolomé o María de Zayas.
Además, ver ‘El Gran Teatro del Mundo’ de la Compañía Nacional de Teatro Clásico también es una propuesta irrechazable para Pardo.
Y el domingo por la mañana, «disfrutar de ‘El arte de ser comediante'» en el Corral de Comedias, donde «el espectador se va a morir de risa, a la vez que vez que conoce lo que era el Corral, lo que eran las compañías, en un claro homenaje a los cómicos», concluye.