Ángel Pintado pertenece a la tercera generación de artistas plásticos, denominada “la Atenas de La Mancha”. Nacido en la década de 1950, comenzó su andadura con los pinceles a temprana edad y ya acumula más de 45 años de carrera profesional. Su generación es heredera directa de aquellos pioneros que dieron su apodo a Tomelloso.
Ángel inició su trayectoria pictórica a principios de la década de 1980. Sus primeras composiciones abstractas, pintadas con ceras “Manley”, pronto dieron paso al paisaje manchego, tras conocer a Don Antonio López Torres, quien lo tomó como discípulo. Posteriormente, varias becas de la Fundación Cultural de La Mancha en Almagro, y otras del Círculo de Bellas Artes de Madrid, culminaron la formación del joven artista, que a finales de esa década ya se había establecido como un nombre relevante en el panorama artístico español, colaborando regularmente con diversas galerías de arte.
Desde sus inicios, Pintado ha cultivado un lenguaje figurativo cercano al realismo, pintando escenas de realismo urbano, estaciones de tren, desguaces y una variedad de paisajes urbanos. También se ha acercado al bodegón, género presente en su última exposición.
Posee varias decenas de exposiciones individuales y colectivas, y su obra está distribuida en varios países. Hace cinco años, pudimos admirar una retrospectiva de Ángel Pintado en el Museo “Infanta Elena”, un reconocimiento en vida a su destacada carrera profesional.
Recientemente, le visitamos en su taller para hablar de su trabajo y sus ideas estéticas, lo divino y lo humano, y así conocer un poco más a este fascinante artista tomellosero.
