Las consecuencias de la sequía llevarán a Castilla-La Mancha a flexibilizar este 1 de febrero las exigencias para acceder a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC).
Así lo ha anunciado este lunes en Albacete el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, quien ha detallado que los primeros beneficiarios serán 245 municipios, lo que incluye a toda la provincia de Albacete, Campos de Montiel y La Manchuela conquense.
Esta decisión, que incluye a agricultura, ganadería y apicultura, se apoya en los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que advierten de una pluviometría inferior al 0,84 en el sureste de Castilla-La Mancha.
Por este motivo, el consejero ha insistido en que “Castilla-La Mancha va a ser la primera región en flexibilizar sin penalización”.
Martínez Lizán ha explicado que las medidas incluyen llegar hasta el 40 % del barbecho en cereales o reducir de 120 a 90 los días de pastoreo.
En relación con las posibles movilizaciones o las críticas que llegan desde Francia, el consejero de Castilla-La Mancha ha insistido en que “estaremos siempre del lado de los agricultores y ganaderos”.
“Entendemos que es algo que se va a producir. Hay una inquietud importante en el sector agropecuario. Es cierto que desde la Unión Europea se implementan medidas, pero no es menos cierto que hay cada vez más dificultades y tenemos que hacer una política agraria adecuada”, ha subrayado.
Preocupado por una sequía que amenaza incluso a los leñosos, Martínez Lizán ha reconocido que “si no hay agua y humedad en secano, no queda más que esperar”.