Investigadores del instituto Biodonostia, el Hospital General de Tomelloso, el centro Ikerbasque y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han creado un nuevo método no invasivo que facilita el diagnóstico de la esofagitis eosinofílica, una enfermedad rara cuya prevalencia está en aumento.
Esta dolencia se caracteriza por la inflamación crónica del esófago, debido a que los eosinófilos (un tipo de glóbulos blancos) se infiltran en la mucosa, lo que provoca que haya dificultad para tragar, informa en una nota el jefe del Área de Enfermedades Hepáticas y Gastrointestinales de Biodonostia, Luis Bujanda.
La investigación que ha permitido desarrollar el nuevo método de diagnóstico ha sido publicada recientemente en la prestigiosa revista «Clinical Gastroenterology and Hepatology».
Hasta ahora el diagnóstico de esta dolencia se realizaba mediante el análisis de varias biopsias tomadas en distintos puntos del esófago.
No obstante, según detalla Bujanda, como la mucosa de la boca está situada cerca del esófago, es posible encontrar en ella «biomarcadores útiles» de una forma sencilla, por lo que la investigación para el diagnóstico de esta enfermedad se centró en este ámbito.
De esta manera, se seleccionaron 68 genes que podrían estar implicados en la esofagitis eosonofílica y se analizó su actividad en distintos pacientes reclutados en el Hospital General de Tomelloso y en el Hospital Universitario Donostia.
La investigación permitió descubrir que 29 de estos genes se podían detectar en muestras de la boca y que ocho en concreto podrían ser potencialmente biomarcadores de la enfermedad.
Posteriormente, se analizaron esos genes en pacientes adicionales y tres de ellos mostraron diferencias en su actividad entre personas enfermas y sanas.
Los investigadores concluyeron así que el uso de estos tres genes mostraban «una capacidad predictiva alta, que mejoraba al incluir datos clínicos» de diagnóstico.
Los autores de este trabajo confían en que estos prometedores resultados sirvan como base para facilitar el diagnóstico de la esofagitis eosonofílica y permitan reducir el número de test invasivos, aunque en el futuro serán necesarios nuevos trabajos para validar los resultados obtenidos.