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viernes, 22 noviembre
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SOS-Gatos Tomelloso: la misión de María Jesús Navarro por los mininos desprotegidos

Para los gatos, al contrario que los perros, no hay un servicio de recogida

Felis Silvestris Catus, gato doméstico, el michi. Como le guste llamar a una de las mascotas más amadas y odiadas de la historia del hombre. En Egipto todos los gatos eran considerados encarnaciones terrestres de la Diosa Bastet, que a veces se la representaba como un gato y otras como una mujer con cabeza de gata. Y no era una diosa cualquiera, era nada menos que la protectora de los hogares, guardiana de la familia y de las artes. Y seguramente ronroneaba como ninguna.

Con los siglos, de ser hijos de Bastet, los mininos pasaron a ser hijos del mismísimo demonio. Se les persiguió, torturó y asesinó en hogueras al igual que a sus dueños. En general mujeres, herbolarias, libre pensadoras que no necesitaban un marido para sobrevivir en esas oscuras horas de la historia. Algunos aún les dicen brujas.

En fin, saltando esos siglos nefastos, hoy en día, los michis encabezan la lista de popularidad de las redes sociales. A las humanas que tienen gatos se les apoda Karen y a los humanos Raúl. Los gatos facturan millones de euros al año en alimento, arena sanitaria, juguetes, medicinas, etc.

Y si vamos a hablar de gatos, empecemos por casa. Tomelloso es una de las ciudades donde más se rescatan los gatos de la calle, si están enfermos se les cura, no se les descarta. En Tomelloso se protegen las colonias callejeras. Otros gatos se dan en adopción y a los más desgraciados se les mantiene alimentados y calentitos en un refugio.

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¿A qué suena genial? ¿Verdad? Parece la acción de un grupo enorme de gente dedicado a la protección de los gatos. Pero os voy a contar una cosa, si en Tomelloso se trata así de bien a los gatos es por el trabajo incansable una sola persona, la señora María Jesús Navarro, fundadora y directora de la Protectora Felina SOS-Gatos de Tomelloso, que amablemente nos recibe en el refugio.

Pregunta.- ¿Cuál fue tu primer rescate María Jesús?

Respuesta.- Uy de eso ya ni me acuerdo. Llevo toda la vida comprometida con la protección a los animales. Tengo cincuenta y cinco años, a los diecinueve fui miembro fundador de Pama, la primera protectora del pueblo, con Karen de Botella, Anastasio Sanchez, Paco Espinosa, en fin toda gente que la mayoría ya no vive, eran mayores. En aquel momento gobernaban en el Ayuntamiento gente muy adepta a los animales y nos cedieron el sitio que hoy ocupa la perrera municipal. Si, ese lugar fue en principio nuestra protectora. Estamos hablando de hace cuarenta años. La conciencia se empezó a despertar con los perros, el concepto era ¨los gatos se defienden solos¨. A los diez o quince años de trabajar para Pama, me decidí a seguir solo con los gatos, que eso de que se defienden solos era una excusa para que nadie se ocupara de ellos. Las protectoras cogían todo tipo de animales, menos gatos, la gente no castraba, cogían las crías y las tiraban a un cubo de agua o al retrete.

P.- ¿Cómo se financia el refugio?

R.- Conmigo, haciendo rastrillos, y ya hemos encargado los calendarios.

P.- ¿No recibes apoyo del Ayuntamiento?

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R.- He hablado con el alcalde Javier Navarro, y entre paréntesis te cuento que por primera vez me recibe un alcalde para el tema gatos. Le he transmitido la necesidad de tener un sitio para la protectora, porque ya ves, yo estoy dando un servicio público desde mi casa. Me ha dicho que es partidario de hacer un convenio con las protectoras, tanto la nuestra como la de los perros. Espero que así sea. Mira, cuando la gente da aviso de un perro suelto en la calle, se llama a un trabajador del ayuntamiento que cobra por ello. Sin embargo, si es un gato, la gente llama a mi número, sea la hora que sea y allí voy y lo recojo, con mi coche y sin cobrar un céntimo, repito, por el servicio público que estoy haciendo.

Me indigna un poco, y sumemos a esto que lamentablemente el sitio reservado para gatos en la perrera del ayuntamiento es casi una condena a muerte de los pobres animales, el sistema higiénico sanitario es un montón de arena de obra o serrín en un rincón que se limpia una vez a la semana, al final el gato que no tiene un virus tiene tres. Aquí los gatos se curan si hace falta y se dan en adopción. Allí es que llega un pastor y se lleva los gatos en un saco.

P.- Doy fe de tus palabras, hace quince años fui a buscar contigo precisamente, a mi gata Minnie, era un bebé enfermo, un hongo puro. Es triste que las cosas sigan igual.
¿Y con la administración anterior has trabajado?

R.- De los ocho años de la gestión anterior, trabajamos solo en últimos dos, con el concejal Raúl Zatón conseguimos financiar las castraciones de colonias protegidas muy importantes del pueblo, la del Instituto García Pavón, la colonia del Parque de la Constitución, en el Conservatorio de Música, el Parque La Paz, el Parque Plinio y la última en el Barrio San Juan.

P.- ¡Por Bastet hija mía! Es un trabajo enorme con un impacto social muy amplio.

R.- Exacto, esto también es parte de un proyecto de la protectora. Las colonias de gatos no son lo ideal, pero si se las respeta y se las protege, son excelentes controladores urbanos de plagas como las palomas y los roedores. No están abandonados ni desamparados. Por eso se llaman colonias protegidas.

P.- ¿Hay más abandonos en Tomelloso que en otras ciudades?

R.- Es general, los números no los sé, pero si te digo que aquí en el pueblo hay muchos abandonos. Lo más cruel, abandono de crías, de gente que no castra y luego tiene las crías y no sabe qué hacer con ellas y dice ¨en este parque les echan de comer, pues aquí los suelto que los van a cuidar¨. Por eso también la protectora colabora con el servicio de castración. Una vez al mes llevamos los animales a castrar a un precio accesible para los días que corren. Sesenta euros. La fecha de Octubre está completa. El próximo día es el 22 de Noviembre.

Nos despedimos por ahora de Mary Navarro, con el compromiso de colaborar con SOS Gatos Tomelloso, una asociación donde el amor por los animales impacta en el corazón mismo de la sociedad tomellosera, rescatando en sus gatos también la empatía por toda forma de vida, el amor por los más desprotegidos, esas cualidades que no deben perderse porque enriquecen la humanidad de un pueblo.

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