Paco Cerezo es uno de los deportistas de Tomelloso que no necesita presentación. Tiene el honor de ser, hasta hoy, el ciclista más reputado de Tomelloso. Profesional entre los años 1992 y 2003, ha participado en 13 Grandes Vueltas (7 en la Vuelta a España, 4 en el Giro de Italia y 2 en el Tour de Francia). Además, también tiene dos participaciones en un Mundial de ruta. Ahora, y por segunda vez desde su retirada, es seleccionador español de ciclismo en ruta en la categoría júnior, o lo que es lo mismo, escogiendo al futuro del ciclismo español.
El protagonista se define a sí mismo como «un tomellosero de pro». Empezó a montar en bicicleta con solo 9 años en la Peña Ciclista Manantial del Vino, donde estaban Gracia y Pablo de entrenadores. Ha pasado por todas las categorías del ciclismo desde promesas a profesional. Actualmente su vida sigue relacionada con el ciclismo, pues desde 2009 hasta hoy preside la Peña Ciclista Francisco Javier Cerezo, donde forma a jóvenes ciclistas en Tomelloso.
¿Qué es para ti el ciclismo?
Lo es todo. Desde que tengo uso de razón he estado montado en una bicicleta y mi vida ha estado relacionada a ella. He tenido la suerte de poder competir en todas las categorías y poder vivir del ciclismo. Es un todo.
¿Qué fue para ti correr en varias Grandes Vueltas o ser segundo en un Campeonato de España en ruta?
Son carreras especiales. La gente pone el Tour de Francia como lo ideal, pero para mí fue igual de emocionante o más la primera Vuelta a España. Corres en casa, corres con gente que te va a ver, y eso que yo tuve la suerte que paisanos de Tomelloso se han presentado a algunas etapas del Tour de Francia, algo que da mucho gusto, pero para mí la Vuelta o el Giro son igual de emocionantes que el Tour.
Mi primera Vuelta a España me dio mucha emoción, era mi segundo año como profesional. El Tour ya lo corrí tras 7-8 años de profesional y estaba más liberado.
¿Cómo es tu trabajo como seleccionador español júnior?
Consiste en hacer seguimiento de todos los chavales que tenemos y hacer la selección, escoger al mejor en cada momento para la prueba que disputaremos a nivel internacional. Esta semana tengo una concentración para conocer a los chavales, pues cada 2 años la categoría va rotando de ciclistas por su edad. Haré la concentración tras los resultados de las primeras competiciones que hemos tenido a finales de febrero, una en la zona de Salamanca y otra en la zona de Castellón.
Hoy en día, a través de las redes puedo hacer un buen seguimiento, además de acudir presencialmente a algunas competiciones. Selecciono a los que yo considero mejores, que no siempre para todos son los mejores, pero ahí está el dilema y mi posición como seleccionador.
¿Cómo está el ciclismo de competición en Tomelloso y en C-LM actualmente? ¿Hay futuro a corto-medio plazo?
Estamos un poco ahí. Tenemos muy buenos ciclistas que ya son profesionales, como por ejemplo los hermanos Herrada, pero ahora mismo a nivel sub23 estamos un poco en ‘stand by’. El año pasado con Fernando Tercero teníamos un gran representante a nivel nacional e internacional.
A nivel júnior, este año tenemos a Manuel Sanroma, que ha demostrado un buen nivel, pero luego hay un bajón muy grande. En cadetes lo mismo, tenemos una buena camada de cadetes pero la mayoría son de primer año y tienen que afianzarse en la categoría.
En escuelas ahora mismo tenemos a más de 100 chavales en escuelas de Castilla-La Mancha. En Guadalajara y en Cuenca nos gustaría potenciar más, pues en ambas no tenemos apenas ciclismo de base. El objetivo es llegar a más de 200 licencias como hace un tiempo.
¿Qué te gustaría hacer por el ciclismo en Tomelloso que aún no hayas podido hacer?
Creo que me queda poco por hacer en Tomelloso, he hecho de todo. Estoy con la escuela de ciclismo desde que Francisco, el hombre histórico que ha estado siempre, se jubiló. Desde el 2011 estoy yo al frente de la escuela de ciclismo. Voy con ellos 2-3 días a la semana al velódromo.
He organizado competiciones en las distintas categorías, he traído concentraciones de la selección a Tomelloso. Salvo organizar una marcha cicloturista, que aún no lo he hecho en Tomelloso, o hacer una prueba máster, que creo que no la voy a hacer nunca porque cuesta mucho trabajo, no me queda nada.
Lo único que me queda es seguir. Tendré que bajar un día un poco el nivel porque uno ya tiene su edad, pero estoy satisfecho de lo que he hecho en Tomelloso en cuanto al ciclismo. Lo he hecho por Tomelloso, por la gente y por satisfacción personal.
¿Cuántas personas componen actualmente su escuela de ciclismo?
Ahora mismo tenemos 10-12 chavales. Vamos a empezar ahora que viene el buen tiempo y las competiciones empiezan a finales de abril. Comenzaremos a mitad de marzo. Hay algunos que pasan a cadetes y ya no tenemos esa categoría, pero habrá un par de incorporaciones que me han llamado la atención y que irán bien.
Hace tres años, justo antes de la pandemia, teníamos 20 niños, ojalá poder volver a esa cifra.
Tú que has viajado tanto, ¿qué tiene Tomelloso que no tengan otras ciudades?
Cada lugar tiene lo suyo. Tomelloso, para mí, es ideal para hacer ciclismo porque no es tan blando como la gente se cree. Tengo amigos en Lanjarón que consideraban que esto es fácil pero, una vez vinieron, consideran que aquí no hay descanso, si son 100 kilómetros son 100 kilómetros de pedales.
Para la gente que se inicia en esto es muy buen sitio porque no tiene grandes dificultades orográficas y, siendo comedido, el ciclismo te engancha. Para la práctica del ciclismo es muy buen lugar.
El aire es una de las principales dificultades que te puedes encontrar, pero tiene muchas bondades. La cultura del vino está muy fuerte y es algo que no lo tienen todos los sitios, y es bueno que este tema se esté potenciando para promocionar la cultura.