La Escuela Infantil Dulcinea de Tomelloso celebra su 40 aniversario rodeada de los más pequeños del municipio. Aunque la escuela abría sus puertas hace 43 años, este martes han reunido a niños, padres y personal en un día muy especial con música, detalles y fiesta, a lo que seguirá una comida conjunta de todo el equipo.
Un total de 19 profesionales, entre personal de limpieza, cocina, técnicos o educadoras, forman parte de esta escuela que atiende a 109 niños divididos en tres niveles: 12 bebés de 0 a 1 año, 33 niños de entre 1-2 años y 64 alumnos de 2-3 años.
Dulcinea es una escuela pública que pertenece a la Consejería de Educación. “Intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, con alegría e ilusión”, ha afirmado su directora, Esther Fernández. Ya desde las 07:30 horas abren sus puertas cada día para atender a las familias con mayores necesidades de conciliación, aunque el verdadero grosor de las llegadas de los niños se produce entre las 09:00 y las 09:30 horas.
Además del mimo del personal, los más pequeños cuentan con servicio de comedor con cocina propia (la escuela tiene su propio cocinero y ayudante de cocina), y un servicio de siestas para aquellas familias que lo necesiten.
Hijos, padres y abuelos han pasado por esta escuela, que tiene bastante afluencia y trayectoria. Y es que durante su recorrido, son muchas las anécdotas que ha vivido su personal desde que la escuela comenzara su andadura. Pilar Serna, una de las trabajadoras que lleva 40 años al pie del cañón, recuerda cómo antiguamente tuvieron que llevar en más de una ocasión a los niños de vuelta a sus casas, incluso a veces en moto, porque sus madres estaban ocupadas planchando.
Ahora, 43 años después de su apertura, ha habido muchos cambios, pero si hay algo que permanece intacto es el cariño que ponen sus trabajadoras por crear un lugar seguro y de cuidados para las futuras generaciones de Tomelloso.