Hace nueve años, junto a José María Becerra, Sergio Martínez y Vicente Cañas, creamos la agrupación de CS Tomelloso. Ni en mis mejores sueños hubiera creído posible poder participar en la vida política de mi ciudad desde un lugar privilegiado como concejal.
Por eso me gustaría, antes de nada, dar las gracias a todos los vecinos de Tomelloso que confiaron en Ciudadanos y en mí para representarles en el Ayuntamiento. A familia y amigos que estuvieron al pie del cañón y me han apoyado en todo este tiempo. Han sido casi ocho años de oposición. Una oposición ardua y difícil por las mayorías alcanzadas por otros partidos, pero que me dejan una satisfacción personal de aprendizaje y trabajo por Tomelloso.
He decidido, por temas personales, que es el momento de dar un paso a un lado y no presentarme como candidato de Ciudadanos en las próximas elecciones municipales.
Aunque no sea el candidato, seguiré ligado a Ciudadanos, seguiré trabajando para que los ideales de centro, donde todas las ideas tienen cabida, sigan vigentes, y creo firmemente que Ciudadanos sigue representando esos ideales.
Ahora se abre una nueva etapa en Ciudadanos, una etapa de cambio y renovación. Por eso, invito, a todos aquellos que crean que en política debe primar el sentido común, que nos acompañen. Poder ser representante de tu ciudad es una de las mayores satisfacciones personales que hay.
Sin más me gustaría despedirme dando de nuevo las gracias. Esta vez a las personas que nos han acompañado a lo largo de estos años: Jesús Torres, Raúl Espí, Montse Fernández y Carmen Díaz, entre muchos otros. Sería difícil mencionarlos a todos, pero hubiera sido imposible sin todos y cada uno de ellos llevar este proyecto adelante. Pero sí quiero hacer especial referencia a tres, dos ya mencionados. A Julián Sebastián, ahora coordinador de la agrupación, que ha trabajado de forma incansable por el partido y ha sido fundamental para que pudiera hacer mi trabajo, no solo como concejal, sino en el tiempo que fui coordinador provincial; Sergio Martínez, que trabajó y me soporto cuando esto sólo era una idea loca en la cabeza; y, cómo no, a José María Becerra, mi gran amigo y mentor, que hizo posible que los sueños políticos de un joven como yo se hicieran realidad. Gracias.
