Los 100 primeros días de gobierno se consideran un periodo simbólico que podrían marcar los objetivos políticos de una legislatura. El alcalde de Tomelloso, Javier Navarro, ya ha sobrepasado estos primeros días y nos ha contado a enTomelloso.com sus primeras impresiones y cuáles son los planes de futuro del actual equipo de gobierno.
Navarro ha sustituido las aulas por los despachos, y a los docentes y a los alumnos por políticos y ciudadanos. Sin duda, ha sido un cambio que recibe “con placer, ilusión y cargado de responsabilidad”, pero para el que ya venía ‘entrenado’ tras haber liderado la oposición.
Aunque su rutina diaria podría ser más sencilla si se quedara en su plaza como profesor de matemáticas, se adentró en el mundo de la política con un objetivo claro: construir un Tomelloso para sus hijos. A cambio, ha aceptado un trabajo que no tiene horarios fijos y en el que las 24 horas de un día casi siempre se quedan cortas.
La llegada al Ayuntamiento de Tomelloso del nuevo equipo ha estado marcada por la colaboración de los técnicos municipales, quienes han sido clave para que todos ellos pudieran aclimatarse lo antes posible a los proyectos de la ciudad, así como la comprensión de las asociaciones, colectivos y empresas. Han sido 100 días que Navarro define como “exitosos”, a pesar de encontrarse con una Feria con muchos aspectos sin organizar o una situación económica aparentemente inestable.
Tras este primer periodo, la nueva corporación plantea entre sus prioridades para Tomelloso modernizar la normativa urbanística, resolver la problemática del tráfico o trabajar en los hundimientos del barrio de La Esperanza. Todo ello, de la mano de un alcalde que asegura que detrás de su semblante aparentemente serio y frío se esconde un vecino cercano que no concibe su trabajo sin el contacto constante con los demás.
