Son muchas las ocasiones que vemos en la televisión y los periódicos digitales que los jóvenes parecen no tener ambición, que no se interesan por los temas de actualidad y que son un reflejo de una sociedad que va cuesta abajo y sin frenos. A estas generaciones que se le tacha de frágil e inmadura ha dado lugar a que se le cuelgue la etiqueta de ‘generación de cristal’.
Sin embargo, la realidad es que los jóvenes están viviendo un momento muy complejo a nivel internacional, luchando día tras día para que su voz se oiga y rompiendo algunos pilares que no consiguieron derribar nuestros antepasados con el fin de conseguir un futuro mejor. Un ejemplo claro de esto es Hugo Abad, un tomellosero de 23 años que cuenta con una trayectoria política extraordinaria.
En la actualidad es el coordinador regional de Verdes Equo y y ha sido candidato de Sumar en la provincia de Ciudad Real en las pasadas Elecciones Generales, un currículum ya excepcional que se suma a los múltiples congresos nacionales e internacionales en los que ha participado con el fin de dar voz a su generación. Una generación que está peleando duramente para que el cambio climático no acabe con nuestro planeta.
Por ello, hemos conversado con Hugo Abad, para que nos cuente cómo ve una persona tan joven la situación política nacional e internacional, cómo de preparados estamos ante el cambio climático en la región y en Tomelloso y sobre todo, qué mensaje le puede dar a aquellos jóvenes que se sienten perdidos por una sociedad que le ha dado la espalda.
Hugo con tus escasos 23 años, tienes una trayectoria más que relevante con tu participación en Verdes Equo donde eres coordinador regional y recientemente integrante del partido político Sumar, ¿de dónde vienen esos intereses por el cambio climático y la política?
Pues viene de sintonizar con la realidad que estamos viviendo. Desde mi niñez y adolescencia desarrollé una sensibilidad por mi entorno, tanto en lo medioambiental como en lo humano, y a través de hacerme preguntas, he intentado e intento buscar respuestas o al menos explorar por qué me sigo haciendo esas cuestiones.
Tal vez sea pronto para decirlo, pero… ¿Te quieres dedicar a la política de manera vocacional? ¿Y con un enfoque más internacional, nacional, regional o local?
Creo que la política está en todas partes, debido a mis circunstancias y mi preocupación por lo social me encuentro actualmente en Sumar. Esta agregación de partidos políticos que ha devuelto la esperanza a aquellas personas que quieren un cambio, no solo por las políticas que implementan, sino por las formas que tienen de hacer política.
Yo quiero que aspiremos a que la política sea algo del día a día para todas las personas. Y claro, en la situación en la que nos encontramos donde hay un abandono claro de la actividad política, me he visto aquí en un primer plano junto a otras personas intentando articular una política prácticamente sin una base social, y esto hay que decirlo con claridad.
Venimos de una cultura de participación que se ha deteriorado en las últimas décadas con el neoliberalismo, la individualización y la atomización social. Ahora no solo tenemos el reto de articular unas políticas distintas, sino también crear formas de participación ciudadana que nos hagan preguntarnos cómo queremos vivir nuestro día a día y a partir de ahí repolitizar nuestras relaciones con el mundo, desde cada pueblo, cada comarca y como me gusta decir a mí, desde cada biorregión, ligando a las personas con su entorno porque estamos interconectados.
Con respecto a tu otra pregunta, vuelvo a la esencia, yo creo que lo global está en lo local y viceversa. Entonces, evidentemente nos podemos focalizar en un área política, pero la cuestión clave es que ningún problema de los que afrontamos ahora se va a poder solucionar desde un único nivel administrativo – político. Por ello, pienso que necesitamos la cooperación de todos esos niveles, y necesitamos proyectos políticos que consigan vertebrar ideas y proyectos en todas esas fases. Por ello, no me quedo en ningún nivel porque creo que llevaré la energía allá donde pueda aportar más.
Como habitante de Castilla-La Mancha, ¿qué carencias percibes como político y ambientalista en tu región?
Lo primero que necesitamos son lugares de escucha para poner en común lo que nos preocupa conjuntamente. Creo que en esto tiene un rol importante las administraciones locales, que tienen que ser las encargadas de crear más espacios de encuentro, como centros cívicos, y públicos donde se puedan producir preguntas relevantes sobre el día a día.
También las cuestiones medioambientales están totalmente ligadas a las cuestiones sociales, son estas las que sufren las mayores consecuencias del cambio climático, por ello hay que sensibilizar sobre este tema y atajarlo conjuntamente con una sociedad que actúe de manera responsable y de forma diferencial, ante la responsabilidad de la crisis climática y nuestra responsabilidad de adaptarnos a ella.
Lo que necesitamos en un sentido muy breve son espacios de encuentro y dinámicas de participación, ya no solo en lo que llamamos la política formal e institucional, sino en cada colegio, instituto, centro de trabajo, fábrica, pequeño comercio, etc.
Estás muy volcado con el tema del cambio climático y las causas verdes, ¿percibes que los partidos políticos comparten tu misma preocupación?
Esto es algo por lo que me he volcado tanto en la política institucional, creo que hay mucha distancia en cómo se afronta los problemas medioambientales, qué políticas se estaban proponiendo y la urgencia de la situación. Esta fue la razón de por qué nos levantamos desde el movimiento climático en el año 2019 en España. Muchas personas que estamos dentro del movimiento intentamos influir en los niveles que podemos.
La política puede acompañar en la velocidad de las transformaciones y los cambios culturales, para dar el paso que necesitamos, que es un paso valiente, pero retrasarlo nos pone en una situación cada vez más grave. Ejemplo de esto es la DANA que hemos tenido hace nada, que ha dejado unas consecuencias terribles para el campo, que es consecuencia directa del cambio climático. Las olas de calor de más de 40 grados repetidas durante todo el verano pienso que evidencian la situación en la que nos hallamos.
Necesitamos una acción urgente, y además esto es una oportunidad para vivir mejor. Y es ahí donde se pueden articular políticas que pongan por delante la vida de la gente, sobre el modelo que ya todas y todos sabemos que está atrasado para actuar ante la emergencia que enfrentamos.
Eres originario de Tomelloso, ¿has pensado realizar una carrera política aquí, quizá en un futuro próximo o lejano?
Siento que la idea de carrera política ya forma parte del pasado, creo que las personas que tienen que llegar a la política, tienen que estar implicadas en lo social y lo colectivo, y por distintas circunstancias me he visto ahí en la política. Pero si opino que necesitemos a personas que se dediquen especialmente a la política, con una vocación que esté por el bien común y con una ética política que de un vuelco a lo que hemos considerado, a esa desafección que tenemos las personas de la política.
Pero considero que más que hacerme esta pregunta, la pregunta sería qué pide la sociedad en este momento y en mis circunstancias qué puedo aportar. Yo he sentido que la política es un lugar que necesita personas comprometidas con el cambio social, que estén dispuestas a decir la verdad de lo que está ocurriendo y a escuchar la gente ante esos momentos, con el fin de poder responderles desde la comprensión, el raciocinio y el conocimiento académico. Por eso siempre voy a estar ligado a la academia y voy a seguir estudiando ecología política, decrecimiento y otros enfoques que creo que es hacia donde tenemos que ir.
Profundizando un poco más en el terreno político, te quería preguntar cómo fue que decidiste apostar por el partido de Yolanda Diaz y no por ejemplo el de Pedro Sánchez u otros.
Ante todo, el programa político que plantea Sumar es el único que muestra un horizonte distinto al neoliberalismo, el actual estado de políticas que nos invita a seguir creciendo económicamente, a seguir teniendo un trabajo, pero trabajar solamente para sobrevivir en una rueda de hámster que nos lleva al colapso ecológico. Lo que plantea Sumar ante esto es reconfigurar cómo estamos viviendo, qué queremos hacer con nuestro tiempo, qué políticas se salen del marco que decían que iba a funcionar, ya fuera la austeridad o el decrecimiento económico.
Vamos a hablar de otras políticas que se salen del capitalismo y vamos a ver ante esta urgencia, cómo podemos ayudar a las personas. Sumado a este programa político, lo que plantea el partido es que el protagonismo en la política las tengan las personas de a pie, siendo una forma de hacer política mucho más cercana a la ciudadanía.
Por eso el programa se ha hecho en colaboración con la sociedad civil, pero no solo ciudadanos corrientes, sino también expertos en las diferentes disciplinas que se han especializado. Es tan esencial de que llegue el conocimiento y la transferencia a la política, que Sumar aspira también a esto. Por ello, ningún partido presenta esta radicalidad y a la vez esta capacidad de articular un proyecto distinto.
Otros partidos como la extrema derecha, también plantea un marco distinto al del neoliberalismo actual. Plantean un marco autoritario de huida hacia ideas abstractas de nación, pero vacío de realidad y sin tenerse en cuenta la configuración tan necesaria de lo social y lo político para la crisis climática, y basado en el discurso del odio. Sumar supone abrazar la diversidad y unirnos ante la tarea colectiva que tenemos.
Ahora que habéis tenido vuestro primer año de campaña política en la provincia, ¿cuál es el siguiente paso?
Pues mañana vamos a reunirnos justamente para repensar y rediseñar cómo vamos a estar trabajando, porque esto es un proyecto a largo plazo en el que vamos a seguir trabajando para llegar a más gente.
Por lo demás, nos sentimos aliviados por el resultado general en España. Da una clara señal de lo que no se quiere en una mayoría, y claro, esperamos que haya un gobierno progresista lo antes posible gracias al diálogo y al rol que está jugando también Sumar en ese proceso. Y en cuanto a la provincia de Ciudad Real, evidentemente nos hubiera gustado tener representación, pero valoramos el haber tenido una buena base electoral.
¿Piensas que Sumar podrá llegar a tener la misma fuerza que tuvo en su momento Unidas Podemos o que se acabará diluyendo con el paso de los años?
Las fuerzas yo creo que no solo van a estar en los resultados electorales, vemos que cuando un proyecto político se configura, lo que le da su fuerza no son solo esos resultados electorales. Lo que para nosotros es importante, es que estamos viviendo un momento histórico distinto.
En la década pasada se demostró que es posible articular proyectos políticos que trasciendan y vayan más allá del bipartidismo y que atienda la justicia social en un primer plano, y eso ocurrió con Unidas Podemos. Ahora creo que estamos en una nueva etapa en la que estamos abriendo un nuevo ciclo eco social, porque por primera vez en un programa político se articula de forma transversal la ecología con la justicia social en todo y cada una de las fases del programa.
¿Qué echas en falta dentro de Sumar como generación joven que eres que quizá no perciban los altos dirigentes del partido?
Tenemos un reto enorme en crear organización de base, es decir, que en cada lugar tengamos grupos activos de personas jóvenes. Porque la realidad es que no hay muchas más personas en mi franja de edad implicadas en un primer plano, ni tampoco en general en la política.
Hay mucha lejanía y no solo sucede en España, sino también en muchos países de Europa y del resto del mundo. Creo que si conseguimos generar organización de base, acercando a cada vez más personas jóvenes y generamos grupos locales donde se transmita el mensaje de que la política es cuidarnos en común, se podría conseguir mucho.
Estamos en unos años muy duros, pero también muy bellos en el sentido de que tenemos la capacidad de organizarnos colectivamente y poder llevar a cabo en comunidad algo relevante y con significado para nuestras vidas.
Retomando el tema de tu interés por el cambio climático, formas parte del grupo Verdes Equo, ¿me podrías comentar qué clase de acciones lleváis a cabo y qué tenéis pensado hacer en un futuro?
Verdes Equo como partido político verde asociado a los partidos verdes de Europa, busca mostrar que la ecología política está en el centro de este proyecto, que es algo que ya hemos conseguido por nuestra influencia y presencia en los grupos de trabajo y equipos territoriales. Ahora queremos consolidar el trabajo interno, pero también ver qué espacio hay para la ecología política dentro de Sumar y más allá de este. Esto con el fin de acercar a la gente a esta idea de la interdependencia entre lo ecológico y lo social y que toca todas nuestras vidas.
En cuanto a acciones, en Alcázar de San Juan estamos en el gobierno junto a Izquierda Unida y el Partido Socialista, donde queremos potenciar una alimentación saludable desde el prisma de la agroecología y plantear soluciones reales que ya son aplicables. En otras ciudades de Europa ya están haciendo gracias a estar gobernadas por los partidos verdes como está sucediendo en Francia.
El mundillo de los grupos ambientalistas es muy diverso, ¿dónde se agruparía Verdes Equo? ¿Se orienta a la acción directa de Futuro Vegetal y Scientist Rebellion, o apuesta por la presentación de alternativas como lleva por ejemplo Javier Peña de Hope?
El partido es distinto a estas dos variantes, ya que está más centrado en estar en las instituciones desde la conexión con la sociedad civil, con el fin de crear marcos que posibiliten las transformaciones en cooperación entre los gobiernos y la sociedad civil.
La filosofía del partido es que tiene que haber políticas que generen esas vías y evidentemente a veces es solo desde las instituciones donde se pueda articular regulaciones y otras políticas necesarias, pero queremos un rol activo para la ciudadanía, para las personas en todos los niveles. Como partido político buscamos una estrategia de trabajar dentro del Estado para transformarlo desde dentro.
Para ello necesitamos estrategias que creen alternativas que generen ese sentido de posibilidad como cooperativas, proyectos de agroecología y permacultura, formas distintas de producción industrial compartida, etc. Todo eso lo puede apoyar lo institucional, pero a veces surgen fuera de ello porque no tienen espacio en las instituciones. Por ello, desde el partido queremos originar estos espacios desde las instituciones para que todas las iniciativas que tengan por delante el beneficio social y ecológico se prioricen.
Pasando ahora al tema local, Tomelloso es un pueblo grande o una ciudad pequeña que quizá en el futuro acoja una mayor importancia, ¿Crees que está preparada para el cambio climático? ¿Qué le echas en falta a esta ciudad para que pudiera ser una Smart City y todo un referente en la región?
Hablando y preguntando a muchas personas sobre cómo sienten que ha cambiado la localidad en las últimas décadas, no son pocas las que me dicen que algo no anda bien aquí. Por un lado, los efectos del cambio climático se están empezando a notar en las viviendas, que no están correctamente aisladas. Luego no tenemos suficiente arbolado como para recorrer a pie la ciudad tranquilamente durante las horas más cálidas. La movilidad se siente muy reducida en la ciudad y no se ve un intento de adaptación de ningún tipo.
Tenemos que empezar a pensar en cómo crear esos refugios climáticos que pueden ser bibliotecas, institutos, colegios, centros de enseñanza y centros culturales, donde haya una buena climatización para las horas más cálidas y que las personas que no estén en una vivienda que esté acondicionada puedan estar ahí. No es algo que parezca el futuro, es algo que ya está pasando y Alcobendas es un ejemplo de esto, o en otros lugares de España y del mundo.
Pero también se pueden llevar a cabo adaptaciones más simples como adecuar el uso del agua a las prioridades que consideremos que son importantes, embellecer mucho más la ciudad vegetalizando las calles y favoreciendo el uso de medios de transportes no motorizados, que es algo que no está precisamente en auge en Castilla-La Mancha y que no tiene sentido en una ciudad como Tomelloso donde las distancias son mínimas en muchos casos. Creo que esto aporta un cambio en la forma y el estilo de vida que tenemos, que puede ser muy positivo.
¿Crees que los jóvenes están concienciados del momento que vivimos como sociedad, tanto a nivel político como medioambiental?
Pienso que sí, el problema es que ven difícil poder imaginar un futuro claro y esto es preocupante. Por ello, el primer paso que debemos llevar a cabo es extender este mensaje de que se pueden cambiar las cosas, si empezamos a tener en cuenta lo que nuestro entorno necesita. Esto si bien requiere un poco de paciencia, al final acabará dando sus frutos. Por suerte, las generaciones jóvenes tenemos esa energía para aportar los cambios necesarios y esa capacidad para ver con frescura como puede ser el momento actual.
Pero la pregunta no es si estamos concienciados, porque creo que todos sentimos lo que está pasando a nuestro alrededor, sino cuáles son los cauces para llevar a cabo este cambio. Para ello tenemos que crear unas condiciones estructurales seguras que se extiendan a lo educativo y lo institucional, para que la juventud pueda dar el paso y tomar las riendas de aquello que pueda controlar.
Pienso que para muchos jóvenes puedes ser un ejemplo de la importancia que tenemos las nuevas generaciones para el mundo. Si esto lo leyera una persona de nuestra edad o incluso más joven, ¿qué te gustaría decirle?
Que confíen en estar en una búsqueda permanente, que no hay respuestas concretas, porque en el mundo actual en el que vivimos la cuestión va más a explorar y compartir inquietudes que en buscar algo claro.
Yo creo que si realmente sientes que algo no está yendo bien, entonces tienes la capacidad de compartirlo con los demás y de tomar distancia de nuestro entorno social junto a otras personas o en solitario. Todo ello con el fin de volver a ver cómo quieres estar, cuál es tu intención y cómo quieres implicarte en este mundo frágil. Un mundo que a su vez tiene muchas cosas buenas que darnos en los próximos años si apostamos y vamos más allá de los conceptos que entendemos de política e implicación ciudadana.