El pasado 6 de septiembre se llevó a cabo en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en Tomelloso, una ceremonia de consagración para celebrar la renovación completa del templo. Dada la importancia de este acontecimiento, hemos hablado con el párroco Eustaquio Camacho, originario de Moral de Calatrava, quien se ha dedicado en cuerpo y alma a la figura de Dios y a la Iglesia desde que, a la temprana edad de 11 años, comenzó este largo viaje por la fe cristiana.
Desde que Eustaquio Camacho asumió el cargo en esta parroquia en el año 2017, ya era consciente de que el templo necesitaba una remodelación. “Fue el propio Don Julio quien me señaló algunos de los desperfectos presentes en la parroquia, como el techo, por ejemplo. Así que esta parroquia de Tomelloso requería una reforma incluso antes de que yo asumiera el cargo en 2017”, afirmó.
No obstante, no sería hasta 2019 cuando el actual párroco empezaría a solicitar los permisos y los informes necesarios para emprender esta reforma. “Necesitaba tanto los informes del ámbito eclesiástico como varios anteproyectos de algunos arquitectos para, posteriormente, presentarlos ante los distintos consejos”, explicó.
Camacho confiesa que se trató de “un proceso que encontró varias dificultades”, ya que, además de los problemas arquitectónicos inherentes al templo, los procesos burocráticos retrasaron la finalización de las obras.
Es importante recordar que la parroquia de Santo Tomás de Villanueva fue erigida en los años 70 utilizando materiales precarios debido a la escasez económica de la época, y que apenas ha sufrido modificaciones desde entonces. Por ello, se decidió invertir los 350.000 euros que ha costado esta reforma en arreglar y renovar el tejado, el falso techo, el suelo, los bancos, el confesionario y el vestíbulo, así como en habilitar un área como capilla del Santísimo. Eustaquio Camacho enfatizó que esta reforma “busca consolidar la estructura del templo”.
Con esta renovación, el párroco espera que “el templo pueda afrontar los retos que hoy nos plantea la Iglesia”. Unos desafíos que aspiran a revitalizar la comunidad cristiana, fomentando un espíritu misionero que facilite la llegada de nuevos adeptos a la fe cristiana.
