En una reciente rueda de prensa, Cáritas Tomelloso ha expuesto la alarmante situación que afrontan los trabajadores temporeros en la localidad, presentando datos y testimonios que evidencian la necesidad de una actuación más firme por parte de las autoridades y la comunidad.
Antonio López, delegado de la entidad en Tomelloso, ha ofrecido una visión preocupante de la realidad que sufren estos trabajadores. Desde enero hasta octubre, se ha prestado asistencia a 645 personas en situación de necesidad, destacando un aumento significativo de individuos en situación administrativa irregular, superando el 60%. López ha resaltado que esta condición de irregularidad les priva de servicios esenciales y los relega a una invisibilidad social que profundiza su estado de vulnerabilidad.
Durante la actual campaña de temporeros, Cáritas Tomelloso ha atendido a 344 personas de 17 nacionalidades diferentes, siendo la mayoría originarios de Marruecos, Senegal, Rumanía, Bulgaria y varios países latinoamericanos. De estos, 299 estaban en situación irregular, lo que supone un reto añadido para la organización que ha facilitado 420 ayudas en alimentación y 300 lotes de ropa y calzado, frente a un escenario de escasas oportunidades laborales.
Teresa Requena, directora de Cáritas, ha enfatizado la diversidad de necesidades de los acogidos, señalando que muchos migrantes sudamericanos llegan con una formación y experiencia profesional elevadas que no son reconocidas en España. Esto les coloca en una situación de notable desventaja, exacerbada por la lentitud de los trámites burocráticos. Requena ha subrayado la importancia de la atención individualizada y el soporte que Cáritas ofrece a través de sus talleres y servicios de orientación laboral.
La entidad ha observado un incremento en la llegada de mujeres solas y embarazadas, especialmente del colectivo marroquí, lo que supone un cambio en el perfil habitual del temporero y presenta nuevos desafíos en cuanto a asistencia y apoyo.
Cáritas Tomelloso ha hecho un llamamiento a la colaboración, instando a las instituciones y a la sociedad a reconocer la seriedad de la situación y a trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones a largo plazo. La organización aboga por una política más inclusiva que permita a los temporeros acceder a derechos fundamentales y vivir con dignidad, más allá de su estatus legal.
La rueda de prensa finalizó con una petición de solidaridad y responsabilidad colectiva ante una realidad que, según Cáritas, «nos supera y demanda respuestas que exceden la capacidad de una ONG».