Antonio López ha declarado sin pudor su profunda admiración y reconocimiento al «enorme pintor» que fue Salvador Dalí, sobre todo, el de su primera época, cuando aún no era presa de la «sobreactuación».
«En su primera época no hay nadie que pinte mejor que él», considera el manchego, para quien la obra global del artista de Figueres está marcada por su inocencia: «Yo creo -apunta López- que no tuvo miedo ni de joven. Creo que Dalí es una pieza de mucho valor en la pintura universal, tanto como Picasso».
Él, dice López, «no se da cuenta del peligro, porque es puro, es inocente». El artista de sus últimos años tuvo la ayuda de la fotografía, sin ella, señala López, «no existiría el Cristo de San Juan de la Cruz».
En su opinión, hay más verdad en los ojos «ahuevados de Buñuel en su retrato» que en ese cristo. Es un hombre sin sentido de culpa, se siente inocente, es más impúdico que Picasso, no tiene miedo de n. Eso me impresiona, y me impresiona por lo bien que pinta, me parece admirable su técnica».
El enigma como provocación en el arte
Con motivo de la exposición monográfica de la obra El Cristo de Dalí que se expone en el Museu Dalí de Figueres desde noviembre del 23 hasta abril de 2024, la editorial Planeta propuso a tres intelectuales de profundos conocimientos sobre el pintor catalán que hicieran, no un catálogo, sino algo diferente, una obra literaria.
Así nació ‘¿Por qué, Dalí? El enigma como provocación en el arte’, que un ensayo sobre solo una obra del artista, el famoso Cristo pintado desde arriba, sin corona de espinas, ni sangre, donde el octogenario pintor, la experta en Dalí Montse Aguer y el escritor Javier Sierra dialogan entre si y con el propio Dali sobre los motivos que le llevaron a pintar tal obra.
Es Serra quien elige el formato de correspondencia epistolar con el pintor para ‘sumergir al lector en la esencia de esta obra y su proceso de creación a través de un perturbador interrogante: ¿Por qué, Dalí?’, ha explicado el escritor ante un auditorio lleno en el Museo Thyssen de Madrid.
Para López, tal como Velázquez tiene ‘Las meninas’ como obra cumbre, de Dalí le impresiona la totalidad de su obra. «Si tuviera que elegir -dice- me quedaría una de su etapa surrealista».
«Todos los grandes pintores en un momento dado pintan cristos»
«Dalí es Dalí, es un pintor enorme que tiene una capacidad de observación enorme que hace este cuadro en un momento de su vida, un momento muy específico: es un Cristo. Llega un momento -señala López-en que haces a Cristo. Significa mucho en nuestra cultura, no es el cuadro que te contrata una señora en su salón», apunta, y confiesa que ahora tiene dos ‘Cristos’ entre manos.
También ha desvelado que está pintando obra pequeña, algo en lo que Dalí también era único.
Respecto a los desvaríos de su vejez, López cree que inventó un personaje, que no llegó a comérselo porque «siempre le salvo su pintura».
«Se equivocó en muchas cosas menos en su pintura, todo eso que hizo, que dijo (su posicionamiento a favor régimen de Franco), todo se salvó por sus cuadros, que son muy buenos, no dejarán nunca de ser muy buenos».
Sobre las cosas que le separan de Dalí, López afirma que «una generación, que él era catalán y yo manchego, que tuvo mucho dinero y a acceso a lo que se hacía a cada momento rápido y directo, Quiso conocer a Picassso y fue a verle».
‘¿Por qué, Dalí?’, ha dicho Aguer, «no es un libro al uso, lo puedes empezar por donde quieras, y es una edición muy cuidada. Su relación bibliográfica hará que todos los que quieran hablar de El Cristo de Dalí tengan que leerlo, es para un público amplio, pero también para estudiosos.