Las instalaciones del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestar (IRIAF), han acogido la tercera edición del Encuentro de Calidad, Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente con la asistencia de 30 técnicos y gerentes de cooperativas y empresas agroalimentarias.
En la inauguración, Sergio Hurtado, director Financiero de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla La-Mancha, puso de manifiesto la tendencia del consumidor de valorar el producto ya no solo por su calidad sino también por su valor social y medioambiental. Por ello afirmó que las cooperativas agroalimentarias deben comenzar a gestionar este modelo en el que al criterio de la rentabilidad económica deberán añadir los de rentabilidad social y medioambiental.
Mª Ángeles García, consultora de Calidad y Seguridad Alimentaria de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, afirmaba en su ponencia “Protocolos de sostenibilidad en la industria alimentaria”, que las normativas europeas de sostenibilidad ambiental y de derechos humanos en el sector agroalimentario han llegado para quedarse y que las cooperativas deben aplicarlas cuanto antes para no quedarse fuera del mercado. Respecto a los cambios legislativos en materia de alimentos durante este año, García señalaba que en su mayoría tienen que ver con los contaminantes de alimentos, con lo que las empresas agroalimentarias tienen que valorar en qué les afecta en sus programas de análisis para seguir produciendo alimentos seguros cumpliendo la legislación.
Daniel Rojas, técnico de Seguridad Alimentaria, Consumo y Ganadería de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, hizo hincapié en su intervención “Cálculo de la huella de carbono. Nociones básicas y aplicaciones al sector agroalimentario”, de la importancia de calcular la huella de carbono para la descarbonización de los procesos productivos en las cooperativas, tal y como exige el mercado y la normativa europea. Rojas dio una serie de nociones básicas para realizar ese cálculo y determinar en qué punto de la producción se puede reducir las emisiones de gas efecto invernadero, mitigarlas o generar zonas para compensar las emisiones con acciones como la reforestación.
Julio Hidalgo, técnico del Departamento de Medio Ambiente, habló de la normativa de residuos en el ámbito estatal y autonómico aplicada al sector agroalimentario y por último Jacinto Tello, responsable del Departamento de Calidad, Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, cerró la jornada con la ponencia “El papel de la industria agroalimentaria en la lucha contra el desperdicio alimentario”. En su intervención, cifró en 1.800 millones de toneladas los alimentos que se desperdician en un año a nivel mundial, en algún punto de la cadena alimentaria. Por ello señalaba que la normativa está enfocada a reducir el desperdicio y a fomentar las buenas prácticas, entre otros aspectos, enmarcada en la económica circular.
