Los homicidios dolosos y asesinatos consumados son los delitos que más aumentaron en Castilla-La Mancha en 2022 en comparación con 2021, hasta un 80 por ciento. Le siguieron las estafas informáticas, con un ascenso de casi el 40 por ciento, y las agresiones sexuales con penetración, que escalaron un 31,7 por ciento.
Según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, los delitos que acumularon mayores descensos fueron los homicidios dolosos y asesinatos en grado tentativa, que bajan un 30,9 por ciento y los delitos por tráfico de drogas, que registran una caída del 2,3 por ciento.
La criminalidad en términos generales ha aumentado un 20 por ciento en Castilla-La Mancha respecto a 2021, y dentro de este grupo los delitos convencionales suben un 17 por ciento, mientras que la cibercriminalidad aumenta un 35 por ciento. En 2022 se registraron 80.991 delitos, de los cuales 65.258 fueron convencionales y 15.733 ciberdelitos.
Por provincias, Albacete encabeza el ranking de ascenso en criminalidad -un 30,5 % más-, seguida del crecimiento del 24,4 % en la provincia de Guadalajara, del 16,9 % más de Ciudad Real, del 15,8 % más de Toledo y del 14,4 % de ascenso en Cuenca.
Si se comparan las cifras de 2022 con respecto a las de 2019, Castilla-La Mancha creció en criminalidad un 15,2 por ciento, y dentro de este criterio, los delitos convencionales subieron un 4,2 por ciento mientras que la cibercriminalidad ascendió un 104,7 por ciento.
BALANCE NACIONAL
A nivel nacional, las violaciones subieron un 53 % en 2022, y se registraron fuertes repuntes de las tentativas de homicidios (+44 %) y de los delitos relacionados con lesiones y riña tumultuaria (+31,8 %) en comparación con 2019, el año previo a la pandemia de Covid-19. En este periodo, la cibercriminalidad también aumentó un 72 %.
La tasa de criminalidad se sitúa en el 48,8 hechos penales conocidos por cada mil habitantes, según los datos del Ministerio del Interior, que ha destacado en un comunicado que «España mantiene una tasa de criminalidad baja frente a los valores en países de referencia del entorno europeo, donde alcanza el 79,5 en el Reino Unido, el 60,7 en Alemania, el 53,9 en Dinamarca o el 74,8 en Bélgica».
«FUERTE AUMENTO» DELITOS CONTRA LIBERTAD SEXUAL
Interior reconoce que «continúa la tendencia de fuerte aumento» en los delitos contra la libertad sexual, que sitúa a partir de 2014. En concreto es del 28 %, incluyendo aquí los delitos del Título VIII del Libro II del Código Penal.
A continuación, en la estadística se especifican los delitos por agresión sexual con penetración: son 2.870 violaciones en 2022, lo que representa un incremento del 53 % con respecto a 2019 (1.873 casos) y del 33,9% sin se compara con 2021 (2.143 casos).
El resto de delitos contra la libertad sexual -excluyendo violaciones y delitos asociados a cibercriminalidad- suben un 24 % si se compara con antes de la pandemia, donde las restricciones de la movilidad redujeron los delitos.
«Dicho incremento debe ponerse, en parte, en relación con las activas políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal frente a este tipo de hechos delictivos, lo que se traduce en una mayor disposición de las víctimas a denunciar», dice Interior sobre los delitos sexuales, añadiendo que la tasa de esclarecimiento es superior al 80 %.
El Gobierno aprobó en octubre la ley del ‘sólo sí es sí’, que trata de prevenir y castigar este tipo de delitos contra la libertad sexual y que ha generado una fuerte polémica por las rebajas de pena y excarcelaciones, lo que ha llevado al Ejecutivo de Pedro Sánchez a plantear una reforma de la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad.
BAJA LA CRIMINALIDAD CONVENCIONAL
A diferencia del informe del último trimestre, en el balance anual del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ya sí se incluyen datos de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, diferenciando entre criminalidad convencional -83,9 % del total, con una bajada del 1,6 %- y cibercriminalidad -el 16 % del total, con un incremento del 72 %-.
Los datos acumulados de enero a diciembre de 2022 muestran una subida en el tráfico de drogas (+14 %), lo que Interior relaciona con las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en planes como el del Campo de Gibraltar, interpretando que, debido a que hay «muy pocas denuncias», en realidad es «un indicador de actividad policial».
En el cómputo nacional bajan el resto de tipologías en comparación con antes de la pandemia: homicidios y asesinatos consumados (-1,8 % en comparación con 2019, aunque los 325 asesinatos del último año suponen un 10,9 % más que en 2021), los secuestros (-4,5 %), robos con violencia e intimidación (-3,3 %), robos con fuerza en domicilios e instalaciones (-15 %), robos con fuerza en domicilios (-12 %), hurtos (-8 %) y sustracciones de vehículos (-11,7 %).
El año 2022 dejó 1.208 homicidios y asesinatos en grado de tentativa, frente a los 836 de 2019 (+44,5 %) y los 1.029 de 2021 (+17,4 %). Por su parte, los delitos contra el patrimonio -robos, hurtos y sustracción de vehículos- representan el 44 % de la criminalidad convencional, descendiendo un 9,1 %.
En contra, Interior vuelve a destacar que las estafas informáticas presentan un 75 % de subida sobre 2019. En concreto, son casi el 90 % de toda la cibercriminalidad y el 14,5 % de toda la delincuencia registrada de enero a diciembre. «En apenas seis años, las estafas informáticas han crecido un 379 % sobre las registradas en 2016», dice el informe.
El Ministerio ofrece datos de la evolución de la criminalidad convencional por comunidades autónomas, comparando sus mismos datos entre 2022 y 2019: Ceuta y Melilla marcan descensos del 29 % y 26 %, mientras que La Rioja suben los delitos un 22 % y en Cantabria un 18 %.
Comunidad de Madrid y Cataluña marcan un descenso del 8,7 % y 8,1 % con respecto a antes de la pandemia, mientras que el resto de regiones con mayores subidas son: Murcia (+10,7 %), Galicia (+8,3 %), Navarra (+7,6 %) y Comunidad Valenciana (+7,2 %). Andalucía, una de las regiones con mayor población, marca un incremento del 3,8 %.