A pesar del viento, el frío y el intermitente lloviznar de este lunes 16 de enero, víspera de San Antonio Abad, Argamasilla de Alba cumplió con la tradición, este año por parte de la concejala de Festejos, Alba Hilario, de prender a las 20.00 h. frente a la ermita del santo la hoguera municipal de San Antón, una celebración que también contó con la participación del alcalde en funciones, José Antonio Navarro; la concejala de Turismo y Promoción Económica, Noelia Serrano, y el concejal de Medioambiente, Agricultura y Ganadería, Enrique Peces.
La adversa situación meteorológica no mermó las ganas de muchos y muchas argamasilleras de asistir al encendido de la hoguera municipal y saborear la panceta asada y la bebida que ofreció el Ayuntamiento a todos los asistentes, con la que contribuyó a sobrellevar el frío. También, para los grupos que quisieron celebrar la noche de las hogueras en su día, el Ayuntamiento facilitó leña en el recinto ferial.
Este año para facilitar la celebración y participación en las hogueras de San Antón, la concejalía de Festejos organizó dos jornadas, una el sábado 14 y otra el lunes 16 de enero, en la primera poniendo a disposición de grupos de amigos, familiares, clubes o asociaciones gran cantidad de leña en el recinto ferial, para que todos aquellos vecinos y vecinas que no pudieran celebrar las hogueras en su día también participasen de esta celebración y pasar la tarde-noche al calor de la lumbre y disfrutar de los manjares, provenientes principalmente del cerdo, asados en las ascuas; y el lunes 16 disponiendo la hoguera municipal, como marca la tradición, en la Plaza de la Constitución frente a la ermita de San Antón y también se facilitó, como el sábado anterior, leña en el recinto ferial.
Las hogueras de San Antón son una tradición popular que se celebra en la noche del 16 de enero en numerosas ciudades y pueblos de España donde la gente se reúne para disfrutar de la comida, la bebida y la compañía de amigos y familiares. La fiesta tiene sus raíces en la antigua costumbre pagana de encender fuegos para purificar el aire y ahuyentar los malos espíritus en el inicio del año. Con el tiempo, esta celebración se fusionó con la festividad cristiana de San Antonio Abad, el santo patrón de los animales, que se celebra el 17 de enero.