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martes, 24 diciembre
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Ribera respeta la preocupación de los regantes pero defiende «el interés general»

"Nuestra obligación como Gobierno es encontrar la mejor solución desde el punto de vista del interés general y las mejores respuestas para maximizar las soluciones de lo que nos está planteando cada cual", ha afirmado

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha manifestado que respeta la preocupación, intereses y la manera en la que los regantes y los distintos actores ven las cosas pero asegura que sus demandas «no son compatibles con el interés general».

«Nuestra obligación como Gobierno es encontrar la mejor solución desde el punto de vista del interés general y las mejores respuestas para maximizar las soluciones de lo que nos está planteando cada cual. Pero todo a la vez es muy difícil», ha argumentado Teresa Ribera en declaraciones a los medios de comunicación durante su asistencia al ‘Spain Investors Day’.

Así, se ha referido a la manifestación celebrada este miércoles por la mañana frente a la sede del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico en contra del establecimiento de un caudal ecológico en el río Tajo que afectará a los volúmenes de agua transferibles a través del acueducto Tajo-Segura.

En ese sentido, Ribera tiene la impresión de que más que una protesta contra el trasvase Tajo-Segura es una manifestación que «plantea dudas» sobre la necesidad de fijar un caudal ecológico para el río Tajo.

De ese modo, ha defendido que la obligación y manera en la que actúa el Gobierno es «siempre» desde el respeto al criterio de los técnicos y sobre la base del mejor conocimiento científico y el respeto a la ley europea, nacional y la jurisprudencia: las sentencias.

Al respecto ha recordado que el Gobierno está obligado a fijar un caudal ecológico para el Tajo, «el mayor río de España» y que no cuenta con este límite, lo que ha derivado en cinco sentencias que condenaban al Gobierno y que anulaban el plan hidrológico previo (2016-2021).

La ministra ha destacado que en esa obligación pero con una «enorme sensibilidad desde el punto de vista social», el Gobierno optó por innovar de forma «muy importante» para aplicar el caudal ecológico de manera progresiva y dar tiempo así de acometer inversiones que generen más agua adicional para estas cuencas de modo que se garantice el agua de boca para los ciudadanos y para las actividades económicas de los regantes.

«El mensaje me gustaría que fuera de tranquilidad. Nuestra obligación es velar por el interés general y responder de la mejor manera a todas las peticiones de todas las partes, pero eso no significa que podamos responder exactamente a cada una de las peticiones con el particular énfasis local que cada una de las partes, porque no son compatibles entre sí», ha reiterado.

La vicepresidenta ha garantizado que cada demarcación hidrográfica ha fijado de acuerdo con «exactamente los mismos criterios» técnicos el caudal ecológico de cada río y, en este caso, en el Tajo se acordó y «concitó el respaldo de todas las partes interesadas», una aplicación gradual hasta 2027.

Así, critica que lo que «no puede ser» es que se ponga en riesgo su cumplimiento y aplazar la decisión a 2025, petición realizada por «algunas» comunidades de usuarios y varias comunidades autónomas, a pesar de que cuando el Consejo Nacional del Agua debatió ese asunto, la petición fue rechazada.

Por tanto, ha asegurado que la propuesta remitida al Consejo de Estado «sí concitó el consenso de todos» para ampliar el caudal ecológico de manera gradual mientras se da tiempo a acometer inversiones de hasta 8.000 millones de euros «que no tienen parangón» y que permitirán a las cuencas afectadas disponer de «mucha más agua» sin tener que depender de si llueve o no en la cabecera del Tajo.

Ribera ha recordado la situación «muy difícil» que vivió su predecesora, Isabel García Tejerina, desde junio de 2017 a marzo de 2018, cuando se trasvasó «0 hectómetros cúbicos» porque no había llovido y era «imposible» trasvasar al Segura, lo que derivó en dificultades para garantizar el agua de boca y del regadío.

«Queremos que esto no ocurra más. Queremos poder aportar recursos adicionales allí donde se necesitan, con la desalación, la reutilización, la conexión de las desaladoras y un compromiso con los regantes, que el agua tenga un precio asequible», ha prometido.

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