El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha insistido en su rechazo a la ley de amnistía después de que Pedro Sánchez la haya defendido como modo de «afianzar» el reencuentro entre España y Cataluña, si bien acatará la decisión que tome el partido al respecto.
En su opinión, el debate debe ir más allá de si la amnistía cabe o no en la Constitución –ya que en ella «entra también Vox»–, y porque «no hay garantías» de que el independentismo renuncie a volver al punto de partida.
Además, ha asegurado que hizo un análisis de los resultados de las elecciones municipales del 28 de mayo que le indica que la derrota electoral del PSOE, pese a sus «muy buenas» políticas económicas o sociales, se debió en gran parte por el «peso alto» de los pactos con los independentistas.
No obstante, tal y como ha afirmado a su entrada a la sede nacional del PSOE, Page se ha calificado como «demócrata antes que socialista», por lo que acatará la decisión que el Comité Federal del partido adopte sobre la ley de amnistía. También ha saludado el acuerdo de gobierno pactado con Sumar.
EL PSOE DE C-LM NO SE LEVANTA A APLAUDIR
Page y la comitiva que le ha acompañado al Comité Federal no se levantaron a aplaudir tras las intervención de Pedro Sánchez en la que manifestó su apoyo a una ley de amnistía. De este modo, el líder de los socialistas castellanomanchegos y los suyos han mostrado su rechazo a la medida de gracia.
Entre los asistentes que le acompañaban Page y que no se han levantado a aplaudir se encuentran el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; el secretario de organización regional, Sergio Gutiérrez; o la portavoz partido en Castilla-La Mancha, Cristina Maestre.
También acompañaban al presidente de Castilla-La Mancha el secretario general del PSOE de Guadalajara, Pablo Bellido; el secretario general del PSOE de Toledo, Álvaro Gutiérrez; el diputado por Albacete Emilio Sáez; las senadores por Cuenca Luis Carlos Sahuquillo y Carmen Torralba; así como la delegada de la Junta en Ciudad Real, Blanca Fernández.
La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez, así como la exalcadesa de Toledo Milagros Tolón –ambas diputadas por Ciudad Real y Toledo, respectivamente–, sí que han se han levantado a aplaudir tras acabar Sánchez de enunciar su discurso.
TRABAJARÁ PARA EVITAR EL DIVORCIO CON LA QUE GENTE QUE APOYA AL PSOE
Al término del Comité, García-Page ha vuelto a hablar en la calle, donde, en declaraciones a los medios, ha insistido en discrepar sobre la posibilidad de amnistiar a los condenados por el ‘procés’, asegurando que va «a trabajar para que no haya divorcio entre la opinión que hay hacia dentro del partido con la opinión de toda la gente que nos apoya».
Preguntado sobre la dirección de su voto en la consulta, ha dicho que es una decisión que se emite en privado, al tiempo que, cuestionado sobre la de los diputados de Castilla-La Mancha, ha señalado no entender por qué se piensa que «los diputados de una región pueden tener posiciones regionales».
«Para hablar de España, más bien para intentar destrozarla, ya están los independentistas, pero pedirle a un diputado que se presenta en listas con clave nacional que lo que haga es trocear en 17 partes también el Partido Socialista me parece literalmente lo que más le llevaría al orgullo a gente como Puigdemont».
«El PSOE tiene clave nacional, piensa en clave nacional, vota con mayorías o minorías, yo evidentemente tengo una posición que es minoritaria, sinceramente no puedo coincidir con una sensación de que estamos encantados con los resultados, pues si estamos encantados con los resultados y estamos encantados con la amnistía, la verdad sea dicha que habrá tendencia a repetirla, yo seguiré diciendo lo mismo».
Preguntado sobre si su intervención ha recibido críticas, ha dicho que «algunos siempre se desahogan», aunque ha declinado ofrecer más detalles, alegando que estas reuniones son a puerta cerrada y no puede ser portavoz, «menos de los que me intentan ofender».
Dicho esto, ha descartado sentirse «solo», y ha aseverado que se hubiera sentado «muy mal» si no le hubieran dejado de intervenir.»Pero al contrario, creo sinceramente que me han escuchado con una atención extraordinaria».
En cuanto a la decisión que tomará la militancia, ha defendido que los militantes del Partido Socialista son gente muy veterana en la mayoría de los casos, que sabe perfectamente lo que tienen qué hacer.»Basta que un dirigente diga una cosa para que a lo mejor hagan la contraria».
«Llevo mucho tiempo en política, y no será la primera vez que se aprueba casi por unanimidad una cosa y a la vuelta de un tiempo se piensa por casi unanimidad lo contrario. De manera que esta capacidad de adaptarnos a las circunstancias seguramente nos hace encontrarnos dentro de poco con una opinión muy contraria».
García-Page, preguntado por las sensaciones con la que abandona Ferraz, tan solo ha añadido que de ese sitio ha salido «con sensaciones más dramáticas todavía». «Un famoso 1 de octubre, con lo cual aquello no hay quien lo supere».
