El presidente de Castilla-La Mancha y líder del PSOE en esta región, Emiliano García-Page, preguntado por si se plantea un liderazgo a nivel nacional, tras ser el único barón socialista que ha logrado mayoría absoluta en el país, ha dejado claro que no va estar «en ningún tipo de intrigas» ni conspiraciones.
En una entrevista en Antena 3, ha señalado que «a priori» no ha tenido llamada del presidente, Pedro Sánchez, precisando que de momento va respondiendo, y en este momento está en el «10 por ciento» de contestación a todos los mensajes.
En todo caso, preguntado nuevamente por si Sánchez no le ha felicitado tras su victoria, ha indicado que si un «presidente te quiere llamar, te localiza»
Pero ha señalado que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo sí lo ha hecho. En declaraciones en Onda Cero, Page sí ha precisado que el presidente del PP le envió un mensaje de felicitación.
Nuevamente, ha defendido que habla con mucha libertad precisamente porque no tiene ningún tipo de ambición personal, defendiendo que está «muy contento» consigo mismo, con su trayectoria personal y política.
«De verdad, ahora mismo más que nunca tengo muy claro cuáles son los valores a los que sirvo y milito en mis ideas y en mis principios. La verdad es que tengo una intención de que vaya muy bien mi región y contribuir desde Castilla-La Mancha a que vaya lo mejor posible este país, lo digo con mucha franqueza», ha remarcado.
Es más, ha afirmado, si hubiera querido cuidar su propia opinión personal en muchos territorios en España, más dentro de las filas del PSOE, «seguramente hubiera tenido mucha más equidistancia» con la posición de Pedro Sánchez. «Cuando uno se moja puede salir vivo, pero sale escalado», ha afirmado.
«NO TODO ESTÁ PERDIDO»
Ya centrándose en la situación que queda en el PSOE, ha remarcado que el partido «tiene una cantera excepcional de alcaldes, de alcaldesas, de concejales, concejalas y de presidentes y cuadros autonómicos», lamentando que mucha gente «ha recibido un castigo de manera muy injusta» y «cuanto más era querido por la gente, más se suponía que iba a ganar, la gente se ha permitido otros desahogos».
A su juicio, este desahogo ha sido cómodo porque, porque, aunque la ciudadanía «puede estar contenta con lo que está funcionando en su territorio, a lo mejor no lo está en cómo están yendo las cosas en España». «Es un desahogo un tanto cómodo porque saben que están mandando un mensaje que no va a tener coste para el resultado a nivel nacional».
Asimismo, ha señalado que «si alguien piensa» que por el resultado en estos comicios autonómicos «ya está todo perdido en el PSOE, se equivoca», ni al revés, «no está todo ganado por el resultado para el PP», ha aseverado.
SUMA DE MUCHOS FACTORES
Tras el resultado obtenido en Castilla-La Mancha, ha criticado que «la ley electoral que dejó aprobada Cospedal, es una ley muy criminal» porque estaba pensada para que gobernaran PP y PSOE, lo que hace difícil que entre una tercera fuerza política, y en el caso de que entra, «manda por completo», salvo en el caso del PSOE de Castilla-La Mancha, cuyo esfuerzo ha «sido descomunal».
Sobre las razones que le han llevado a revalidar su mayoría absoluta, ha señalado que los resultados electorales «no son causa de una sola consecuencia», son «la suma de muchos factores». «·En mi caso, yo creo que hay un trabajo ímprobo de todo un equipo, una gestión de verdad extraordinaria, muy potente, un trabajo a pie de calle con la gente enorme».
Además de su posición crítica con Sánchez, ha puesto en valor que la ciudadanía ha podido valorar «el grado de coherencia del político, el grado de credibilidad que tiene también que ver con poder hablar y ser entendido». «Porque la mitad de los políticos que veo yo en el ámbito nacional, la verdad es que no los entienden ni en su casa».
Finalmente, ha criticado en cierta medida la nacionalización de la campaña municipal y autonómica «utilizando de carteros a los alcaldes y a los presidentes», y con esta estrategia se «ha tapado el plus», el valor añadido que suponen estos comicios.