El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado este viernes la unión del sector vitivinícola para que se consiga una «voz común» sobre el vino en Europa.
«Hay que fortalecer las plataformas que nos den unidad y voz en las instituciones europeas», ha argumentado García-Page, que es también presidente de la Asamblea de la Regiones Vitivinícolas de Europa (AREV) y que ha participado este viernes en Toulouse (Francia) en la jornada de apertura de los actos de conmemoración del Día Europeo del Vino.
Un evento al que ha acudido junto al consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez y a la directora general de Asuntos Europeos, Virginia Marco.
En este mismo contexto, ha considerado que los dos principales retos a los que se enfrenta el sector son, por una parte, la tensión permanente entre la legislación sanitaria, la agraria y el consumo. «Es bastante incomprensible que todavía hoy tengamos que estar a la defensiva en torno al etiquetado del vino, cuando los esfuerzos por la mejora de la calidad son extraordinarios», ha señalado.
El segundo de los retos es para Emiliano García-Page la regulación que se está llevando a cabo en la Unión Europea sobre los fitosanitarios, un debate que se debe llevar «con consenso, diálogo y sentido común porque nos jugamos el valor patrimonial, natural y ecológico de la viña».
«Mi tierra es la cuna de don Quijote, que es el libro más leído tras la Biblia y en él se menciona hasta en 43 ocasiones al vino y en la Biblia, muchas más», ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha, al tiempo que ha reconocido que «el vino es el alimento, el producto que más enraíza la cultura de un pueblo».
En este sentido, se ha mostrado convencido de que Europa debería tener presente que la sostenibilidad no es una opción, es una obligación, y que ésta debe ir de la mano de la sostenibilidad ambiental, económica y cultural, ha informado la Junta en un comunicado.
García-Page ha aprovechado para alzar su voz en contra de los populismos que rebaten estas cuestiones y ha insistido en la necesidad de ir caminando juntos en Europa y «dar ejemplo en el planeta haciendo los esfuerzos que no se hacen en otros lugares».
El jefe del Ejecutivo regional ha invitado a ser sensible, pero sin «ingenuidad». Así, ha considerado que todo el mundo se ve perjudicado con el cambio climático, si bien también ha señalado que «deberíamos plantearnos que la mejor manera de contraatacar un fenómeno es averiguar quién se beneficia del mismo».
El también presidente de la AREV, que ha reivindicado la viña como un auténtico patrimonio natural del ecosistema, pues «sin ella mi tierra sería un desierto», ha garantizado que desde la Asamblea de las Regiones Vitivinícolas de Europa también se va a proteger el viñedo en pendiente, ya que se trata de una demanda muy reiterada.
Por último, ha tenido palabras de reconocimiento para la ciudad de Toulouse, Capital Europea del Vino en 2023, por la organización de estas jornadas.
